Miguel Rivera había regresado de un pesado día con su tío y su mejor amigo luego de buscar oportunidades por la ciudad de San Fransokyo, y aún así ayudaron a atender la cafetería a la señorita Cass y al chinito de sus ojos para después iniciar con la música en vivo.
Cuando la cafetería cerró fue a tomar una ducha para relajarse, tenia suerte de que los Hamada no acostumbraban a dormir temprano, escuchaba música y cantaba un poco, a pesar de estar tan agotado no pensaba dormir pronto, leería ese cuaderno enterito antes de dormir... O al menos lo que alcanzará a leer antes de quedarse dormido. Cuando terminó de bañarse coloco una toalla al rededor de su cintura, y otra más pequeña sobre sus hombros para ir secando su cabello de camino a su nueva habitación, y al llegar se vistió con su pijama, se recostó en la cama, luego comenzó a leer.
"Consejo #1
Para salir con un Hamada (en especial si se trata de Hiro) debes de ser demasiado paciente, los Hamada no solemos ser muy expresivos, también somos algo distraídos, una mala combinación definitivamente.Pero si quieres avanzar rápidamente con un Hamada primero investiga lo que le gusta, luego intenta acercarte a él.
Nota: trata de llevar protección para cubrir partes sensibles de tu cuerpo por si lo llegas a hacer enojar (está nota solo aplica con Hiro)
*Tadashi"
Bien, ese había sido un buen consejo, ahora ya sabía por donde empezar, sería fácil, solo tendría que averiguar qué era lo que le gustaba a su chinito además de la ciencia y la tecnología, por eso, al siguiente día mandó a Marco a entrevistar a la señorita Cass, porque a él le daba vergüenza. Así que en cuanto llegó su amigo lo armó con una libreta y un bolígrafo, lo amenazó con decirle a su tío Héctor que sabía que Marco se había comido su Gansito que estaba en el refrigerador, así que De La Cruz no dudo ni un solo segundo en cumplir los caprichos de Miguel.
— Bien, después de preguntarle a la señorita Cass he traído los gustos de tu chino —hablo Marco
— ¿Entonces? ¿Qué es lo que le gusta?
— definitivamente no le gustas tú, pero según la señorita Cass... —dijo y reviso la libreta donde tenía sus notas— le gustan las gomitas. Hasta aquí mi reporte.
Eso le había dado una idea a Miguel, si no mal recordaba tenía unas gomitas picantes en su mochila todavía, esas gomitas eran de las más famosas en México, y si en su país eran populares entonces a Hiro seguramente le gustarían. Corrió rápidamente a su habitación dejando a su amigo en aquel lugar solamente para llevarle aquellos dulces a Hiro lo más pronto posible.
Cuando los encontró fue hasta la habitación de el menor de los Hamada, luego tocó la puerta, Baymax lo recibió, como siempre, después entró a la habitación (no sin antes pedir permiso)
— Hiro, mi vida, te he traído algo —anuncio el mexicano— son gomitas...
Los ojos de Hiro se iluminaron al instante, amaba a las gomitas casi tanto como amaba a su hermano y a su tía, vaya que Miguel había llegado en un buen momento para alejarlo del estrés, tal vez un poco.
— Em... Gracias —dijo Hiro con una leve sonrisa mientras recibía el paquete. Estaba agradecido, pero sinceramente el moreno lo intimidaba— es un gran detalle Miguel.
— ¿Qué esperas? ¡Pruébalas!
Hiro asintió con rapidez, abrió la pequeña bolsa que guardaba los dulces y metió uno a su boca; comenzó a masticar lentamente deteniéndose solo cuando sintió su lengua arder demasiado.
¡Estaban rellenas de picante! ¡¿En qué chingados estaba pensando Miguel?!
Hiro comenzó a maldecir en japonés, el menor de los Rivera, por su parte, solo se dedicaba a entrar en pánico por ver la reacción del asiático, ¡No lo había hecho con mala intención!...
Miguel regreso a su habitación con un gran moretón en su brazo derecho y un terrible dolor en la muñeca izquierda.
— oh, es cierto —comezo a decir De La Cruz— olvide decirte, la señorita Cass me dijo que a su sobrino le gusta el karate.
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How To Fall In Love With A Hamada (Higuel)
FanfictionDonde Miguel descubre el amor en un egocéntrico chico de San Fransokyo... ... O donde Tadashi deja una libreta con consejos sobre cómo enamorar a su hermanito. Dibujo de la portada hecho por Ureshi-san