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La luz de la mañana que entraba por la ventana despertó a Miguel, el latino abría los ojos lentamente tratando de acostumbrarse a aquella iluminación, cuando lo logro pudo encontrarse con el cuerpo de su novio siendo cubierto por una sábana en las partes más íntimas del asiático, esbozó una pequeña sonrisa al ver a Hiro dormir pacíficamente, acarició su cabello, beso su frente y se levantó de la cama tratando de no despertarlo con el movimiento. Se vistió y tomó su celular  para ver sus notificaciones mientras esperaba que el menor de los Hamada terminará su sueño, al hacerlo pudo nota un mensaje de un número desconocido.

"Buenas noches jóven Rivera, mi padre ha podido conseguir su número telefónico gracias a los organizadores del evento, eso nos tiene bastante contentos. Sobre todo a mi, he estado deseando tener más que una amistad desde que lo ví presentarse en el concurso.

Pero este mensaje no es solamente para decirle sobre el gran interés que tengo en un artista tan atractivo como usted, sino también del gran interés que tiene mi padre en tenerlos a ustedes dentro de la compañía, debutarian rápidamente.

La oferta no tiene límite de tiempo, considerarlo por favor, espero verlo pronto y seguir hablando con usted, jóven Rivera.

•Shannon W."

Entonces Miguel despertó por completo luego de leer ese mensaje,  habia tantas cosas que lo habían dejado impresionado en tan pocas palabras, les estaban ofreciendo un debut en poco tiempo, era muchas información para asimilar, e incluso debía aceptar que le daba miedo el simple hecho de tener que mencionar a Shannon frente a Hiro, hablaría primero con su tío y su mejor amigo para saber su opinión, por lo mientras ocultaria aquel mensaje de su novio para evitar problemas... Le contaría cuando ese asunto se enfriará un poco.

El suave ruido que Hiro causaba al levantarse de la cama llamo la atención de Miguel.

— Buenos días, mi amor — saludó Miguel alegre al ver  a Hiro con su mirada fija en el.

— escuchar eso era lo único que necesitaba — dijo con una sonrisa, incluso sentía mucha más confianza para decir eso frente a el moreno.

[...]

"Consejo #16

Una vez hayas logrado ganar la confianza  todo será mucho más fácil, podrás llegar a lo más profundo de su cerrado corazón si lo logras.

Ahora no lo arruines y no pierdas eso que acabas de ganar.

— Tadashi"

[...]

Hiro y Miguel se dirigían a el comedor de la cabaña en la que habían decidido hospedarse, Hiro con un poco de dificultad pero al final lo había logrado, Kyle se había agregado al viaje luego de que el chef Kang hubiera planeado un viaje al mismo tiempo que la señorita Cass, así que el desayuno de este día estaba siendo preparado por Marco y el hijo del chef Kang, Kyle. Cuando todos estaban listos para comer algo llamó a atención de Marco. Había dos pequeñas marcas rojizas en Hiro; una en su cuello y otro en su clavícula derecha, luego dirigió su vista a su mejor amigo y notó las líneas rojas que había en sus hombros, la conclusión no fue difícil para sacar, comenzó a sentirse triste por saber lo que sucedia, pero todo estaba claro, los demás eran demasiado despistados para notarlo.

Se sentó junto con los demás, cerca de Héctor y Miguel, aunque se sintiera triste no perdería la oportunidad de molestar a su amigo por ello. Espero a que iniciará la  conversación uno de los Hamadas para poder decir su comentario.

— Los mosquitos sí que te dieron duro anoche, Hiro —comentó Marco con malicia, había llamado la atención de todos los presentes— ve nadamás como te dejaron, todo picoteado.

Miguel de repente comenzó a ahogarse con el jugo de naranja por el comentario de Marco, Hiro solo optó por reír nervioso y evadir el tema. Ahora el menor de los Rivera le pedía a Diosito que nadie hubiera escuchado el ruido de la noche anterior.

— ¿Qué cosas dices, Marquito? — dijo Miguel— aquí no hay mosquitos.

— ¿Ah no? Entonces.... ¿Qué es lo que tiene Hiro en su cuello?

— ay, no, ahora que me acuerdo si había mosquitos, ¿Alguien quiere más pan? — preguntó y trato de evadir el tema.

Lo demás del día se trató de todos disfrutando de la playa y el sol de verano, Miguel y Marco jugando fútbol con Héctor de árbitro mientras eran vistos por los hermanos Hamada y Kyle, mientras que la señorita Cass se encontraba charlando con el chef Kang en la sombra. Al atardecer el padre de Kyle decidió preparar los alimentos esta vez e incluso hicieron juegos después de tener el estómago lleno,  entre ellos el Suikawari para enseñarles un poco más de sus tradiciones a los mexicanos, la sandía fue cortesía del señor Kang, ninguno había podido golpear la sandía y cuando los latinos lo intentaron termino en Marco golpeando la cabeza de Miguel.

Por la noche decidieron hacer una fogata, asar malvaviscos, contar historias de terror, tomar un poco y deleitarse con la voz de los morenos mientras cantaban varias de sus canciones, y así hasta que el sueño hizo que poco a poco cada uno de los viajeros se retirará a su habitación hasta dejar sola a la pareja.

Miguel cantó una última canción solo para su novio, al terminar apagó la fogata, recogió toda la basura que habían generado, termino de limpiar y fue recibido por un beso Hiro.

— Te amo, Miguel.

Miguel había pensado toda la tarde en el mensaje que había recibido en la mañana, pero al escuchar esas simples palabras salir de los labios de su novio dejo de pensar en ellos por los efímeros segundos que duraron, y las dudas sobre comentarle la situación a su novio desaparecieron en un instante, él se preocuparía por decirle a Hiro lo del mensaje de Shannon cuando regresarán a la ciudad, mientras disfrutaría del hermoso presente.

Miguel había pensado toda la tarde en el mensaje que había recibido en la mañana, pero al escuchar esas simples palabras salir de los labios de su novio dejo de pensar en ellos por los efímeros segundos que duraron, y las dudas sobre comentarle la...

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How To Fall In Love With A Hamada (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora