How To Fall In Love With A Hamada (Higuel)

14

Hiro acababa de ser despertado temprano en la mañana. El odiaba ser despertado tan temprano sin importar el día de la semana que fuera, pero ya se estaba acostumbrando a que su ruidoso y animado novio Méxicano fuera a levantarlo de la cama todos los días, pues se había dado cuenta de que no importaba cuanto reprochara a Miguel por hacerlo, el simplemente lo seguía haciendo y de cierta forma al pelinegro le estaba pareciendo un lindo gesto. Pero esta vez no fue Rivera el que lo despertó, sino De la Cruz.

— Miguel... Sal de mi habitación —dijo Hiro.

— Me apena informarte que Miguel no vino a despertarte esta vez, Hiro —comentó Marco— pero tú tranquilo porque te vino a despertar alguien más guapo.

Hiro despertó en cuestión de segundos luego de escuchar al amigo de su pareja.

— ¿Qué? ¿Dónde esta Miguel? ¿Por qué no vino a despertarme hoy?... —el asiático parecía desanimado por la noticia—

— Ah caray, pareces muy achicopalado porque no vino Rivera.

— ¿achico... Qué ? —preguntó Hamada confundido.

— Olvidado —respondió Marco— Miguel salió con Héctor para inscribirnos en un concurso de talentos que encontramos el otro día, yo me quede para no dejar a la señorita Cass sola en el café... Baja a desayunar, hay mucho trabajo para los dos hoy, Tadashi tampoco está hoy.

Y así como uno de los latinos menores había dicho tuvieron que comenzar a trabajar en cuanto terminaron de desayunar, eso de cierta forma no le daba tiempo a Marco de acercarse a Hiro, pero bueno, ya habría una oportunidad para conversar con el mitad japonés, aunque la culpa lo carcomía lentamente admitía que esperaba que el proceso de inscripción al que fueron Miguel y Héctor durará mucho más de lo que debería.

[...]

"Consejo #12

Los Hamada amamos la comida, y si no te has dado cuenta es porque no has convivido lo suficiente con nosotros.
Hiro es uno de los más glotones, puede que lo veas muy delgado pero hasta nosotros nos sorprendemos de todo lo que él puede comer, además de eso el es pésimo en la cocina, así que espero que sepas cocinar.

A un Hamada se le conquista con comida.

- Tadashi"

[...]

A penas eran las dos de la tarde pero Hiro ya estaba más que cansado, aceptaba que se había acostumbrado a atender todas las mesas el solo cuando Tadashi se había ido al extranjero, pero en cuanto llegaron Héctor, Miguel y Marco se había acomodado a dividirse las mesas entre Héctor y su tía, así ya no era tan pesado, sin embargo ahora por alguna razón que no entendía, ese día, cuando solo había tres personas para atender el local, el café se llenó incluso más que otros días.

Comenzaba a desesperarse ¿Cuánto tardaba el proceso de inscripción a un concurso de talentos? Además extrañaba las tonterías de su novio, si no fuera porque estaba atendiendo a los comensales estaría con la cara más amargada que de costumbre, Marco se tardaba más en terminar las órdenes y Hiro lo entendía, era el único en la cocina pero los clientes comenzaban a reclamar por la tardanza. El asiático deseaba que llegara la hora del descanso pronto. Por fortuna para el menor de los Hamada, el descanso llego más rápido de lo que creia así que se dispusieron a comer la comida que Marco había preparado, en silencio... ¿Por qué Miguel estaba tardando tanto?