Capítulo 4.

10.7K 713 32
                                    

-Creo que hay un error. -Digo confundida.

-Dime cual.

-Mi salario, es más de lo que ganaría un año trabajando. -Digo nerviosa.

-No Vanina, no hay ningún error. -Dice acomodándose en su asiento- ¿Crees que no me iba a enterar lo de tu madre? ¿Crees que no me iba a enterar que está enferma?

-¿Qué? ¿Cómo lo supo? -Oh, dios, ¿Cómo lo supo? Pues nadie más que yo sabía de su enfermedad.

-Ayer cuando llegué a mi casa le pedí a alguien que buscara y me brindara información tuya y no fue muy difícil de ubicarte.

-¿Me investigarse? -pregunto molesta- ¿Por qué lo hiciste? No tenias derecho.

-Debía saber con exactitud por que fue que llorabas, si bien me dijiste la verdad no me habías contado todo.

-¿Y por eso decidiste entrometerte? ¿No se te ocurrió que no te lo conté por el solo hecho de ser un desconocido?

-¿Quien es Jeremy? Intenté buscar información sobre él, pero no hallé nada. -Realmente se había pasado de la raya, una cosa era que me investigara a mi, pero otra muy distinta que se me metiera de lleno con mi vida privada.

-Disculpa, pero eso a ti no te incumbe.

-Claro que sí, tengo que saber si es novio tuyo, que si se entera que trabajas para mi, pone en riesgo mi vida y la tuya.
Suspiro indignada, no puedo creer que piense eso de Jeremy, claro, es que no lo conoce.

-Fuimos novios, ya no lo somos más y no, no es un lunático celoso que va a poner tu vida en riesgo ni la mía.

-Perfecto, es ese caso todo sigue igual.

-¿Qué? Pretendes que después de...

-Se lo que dije, pero necesitas esa plata y yo puedo proporcionartela, por lo tanto, no se habla más del tema. Si no tienes más objeciones que el que te haya investigado a ti y a tu familia, debemos irnos de inmediato a una reunión.

Sin pronunciar palabra alguna firmé aunque seguía molesta, tomé una libreta al salir de la oficina de Uriel y nos pusimos en marcha.

Entramos a la sala de juntas, cuando llegó el último miembro de los directores la reunión comenzó.

Mientras los hombres hablaban de negocios, yo tomaba apuntes de lo más importante, Uriel quería expandir su empresa y estaban evaluando donde sería la mejor opción para establecer una sede.

Al finalizar la reunión, volvimos a nuestro puesto de trabajo.

-Buen día Beti. -Saludó amablemente Uriel. Era raro verlo actuar así en cuanto hace unas horas atrás parecía el rey del mundo.

-Buen día hijo. -Saludó de forma maternal- Toma estos documentos llegaron para que los firmes.

-Gracias. Beti, te presento a Vanina Smith, ella será mi nueva secretaria, explicale cual será su trabajo.

-Encantada niña.

-El gusto es mío. -Respondí con una sonrisa.

-Con permiso, tengo una empresa que atender. -Y sin más nos dejo solas para que la amable señora me explicara todo.

Mi trabajo básicamente se basaba en recibir y llevar expedientes y si surgía una reunión o viaje debía ir con él como si fuese su sombra, la señora Betina se encargaba de las llamadas y programarle las reuniones básicamente entre otras cosas.

Cuando llegó el horario de mi almuerzo, ya que lo hacía una hora después de Beti, comencé a guardar todo para ir al restauran de la esquina, ya que hasta más tarde no tenía reunión y mi jefe se encontraba en su oficina.

-Recuerda querida, tienes una hora, a Uriel no le gusta la impuntualidad y ten tu móvil a mano por si te necesito.

-De acuerdo en una hora nos vemos.

Mi ángel.®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora