Capítulo66.

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Maratón 5/5.

Uriel pov:
Hoy era un día muy importante tanto para Vanina como para mí. Hoy sería un día muy emotivo, pero sobretodo especial. Nos encontrábamos en el cuarto cambiándonos, pues aquella noche vendrían a cenar nuestros allegados a festejar que por fin Vanina podría comenzar su vida de nuevo sin miedo a que le ocurriera nada.

-Uriel. -Llamó con la respiración agitada por habernos estado besando.

-Dime pequeña. -Soltó de igual forma, rozando mi nariz con la suya en un gesto tierno.

-Gracias por estar en cada momento. -Dijo apresando nuestras miradas- Sin ti no lo hubiese logrado.

-Siempre estaré ahí para ti. -Dije convencido de que cumpliría mi palabra.

Volvimos a besarnos hasta que nuestras respiraciones volvieron a agitarse, pero aún así no nos distanciados, sino que cada uno se entregó al otro sin medida. Por primera vez, pero con seguridad no la última, nos entregamos y tomamos lo que el otro ofreció. Por primera vez, pero no la última, fuimos una sola persona por completo.

Cuando se hizo más tarde, aún continuabamos tendidos uno junto al otro en la cama. Ninguno quiso alejarse del otro.

-Debemos levantarnos pequeña. -Suelto rompiendo nuestra burbuja- Los invitados no tardan en llegar.

-Lo sé, pero prefiero quedarme aquí contigo.

-Cuidado con lo que decesas pequeña. -Digo coqueto rodando por la cama hasta que Vanina queda debajo de mi y comenzamos una ronda nueva de besos- Pero por desgracia y por más que quiera seguir tu consejo debemos levantarnos. 

Cuando todos llegaron y la cena comenzó, los nervios comenzaron a atacarme por lo que estaba a punto de hacer. De esto dependía mi futuro y el de mi novia. Hacía rato había tomado la decisión, pero había esperado hasta ahora por que quería que fuese especial y no tuviera miedo de lo que podría llegar a pasar.
Había llegado el momento que tanto había planeado, era ahora o nunca.

Vanina pov:

La tarde avanzó rápida, después de levantarnos, nos duchamos juntos y luego nos vestimos, pues todos llegarían pronto.

Cuando la cena dio comienzo, pasamos al comedor.

-¿Estas bien? -le pregunté a Uriel, ya que lo notaba algo tenso.

-Si cariño, es solo que estoy algo cansado.

Por algún motivo no le creí y el pensar que podría haber hecho algo mal comenzó a hacerme sentir insegura. Quizás, después de haber estado íntimamente esta tarde por primera vez conmigo, hizo que se diera cuenta de que no soy realmente suficiente para él, ¿Después de todo quien querría estar con alguien que pasó lo que yo? Quizás hace todo esto para no hacerme sentir mal. Va a ser mejor que después de esta noche hable las cosas con él.

La noche avanzó, intenté distraerse sumergiéndome en las conversaciones cuando sin previo aviso Uriel se puso de pie a mi lado. Sin pronunciar palabra, tendió una mano hacia mí la cual algo dudosa la tomé para luego ponerme de pie.

-Familia, amigos, gracias por venir esta noche, tanto para Vanina como para mi significa mucho, para ella el fin de una mala etapa y para ambos el inicio de una nueva. Vanina. -Llamó haciendo que me girara hacia él- Hace rato que quiero preguntarte algo y eso desembocó a esta noche.

Sin decir más se pone de rodilla y yo puedo sentir como un nudo se forma en mi estómago y creo que mis piernas estan a punto de fallarme.

-Vanina Smith, ¿Me hacías el gran honor de ser mi esposa? -Mis lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas y una enorme sonrisa se instala en mis labios.

-Si, acepto. -Respondo llorando de felicidad.

Todas los miedos que se formaron tan solo un instante atrás se evaporan. Luego de que se pone de pie, Uriel se pone de pie y luego de envolver mi rostro entre sus manos me planta un breve beso en los labios.

-Te amo pequeña.

-Te amo mi amor.

Me encontraba tendida en la cama junto a Uriel, hacía hora habíamos mantenido relaciones y él había caído profundamente dormido. En cambio yo, aún permanecía despierta, contemplando mi alianza de compromiso que mi prometido me había entregado horas atrás. En silenció aparté la vista para contemplar al ángel a mi lado.

-Prometo cuidarte mi ángel.

Acomodándome más contra él, lo rodie con mis brazo y abandonándome a los brazos de morfeo comencé a planear mi vida junto a él.

                                       

Llegamos al final d la historia de Maite

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Llegamos al final d la historia de Maite. Quiero agradecerles a cada lector por estar del otro lado a la espera de que subiera un nuevo capítulo y por

Mi ángel.®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora