Capítulo 8.

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Uriel pov:

No sé que me sucede, desde Gabriela no me siento así, el solo hecho de escuchar a Vanina decir que ira a almorzar con un amigo, hace que mi sangre hierba. De seguro debe de ser con su estúpido ex novio que la dejó sola cuando ella más lo necesitaba para irse con otra.

La tensión se apoderó de mi una vez más. Creo que lo mejor va a ser es que me aleje de ella. Lo que haya entre ellos a mi no me debe de importar. Al recordar que hace dos días que la conocí llorando en aquel banco del Central Park, debido a que el muy pervertido de Gregorio la despidiera por no querer ser su jugete, un sentimiento desconicido de protejerla me invadió, tanto así que contra todos mis intentos por evitarlo, decidí ayudarla a ella y a su madre.

Cuando la investigué, fue fácil encontrar información sobre ella, pero a eso se le sumó su ex novio, Jeremy Dalton, lo investigué también y lo que encontré no me agradó. Resultó que en su historial había estado con varias mujeres mientras mantenía relación con Vanina, por dentro sentí que me molestó, esos se debe a que parece ser una joven, buena y sin maldad.

Tomé los documentos que me trajo hace un momento atrás e intenté concentrarme en ellos.

Medía hora después tomé mi móvil y salí de allí a toda prisa, al voltear la vista hacia su escritorio este se encontraba vacío, de seguro ya había salido. Llamé mi ascensor privado y apenas este llegó ingresé en el y esperé a que este llegara a planta baja.

La pude ver saliendo justo por a puerta, intrigado seguí sus pasos y al salir al exterior del edificio, me encontré con que un tipo en una moto de las grandes se quitaba el casco y se acercaba a ella para saludarla. Una sensación inexplicable de arrastrarla y alejarla me invadió. Su supuesto amigo era nada más y nada menos que Jeremy, su ex novio.

Luego de apartarse, el idiota le tendió un casco a ella. Estaba equivocado si pensaba que Vanina se subiría a una moto con él. No daba credito a lo que veía, ¿Realmente pensaba subirse con él? ¿Qué pasaba si chocaba? Su madre la necesitaba. Ya Uriel, calmate, ella no te debe explicaciones, es su problema.

-Señorita Smith. -La llamo seriamente una vez que me acerco sin poder evitarlo mientras por dentro estoy que exploto del enojo conmigo mismo.

-¿Uriel...qué... Qué haces aquí? -preguntó nerviosa, como si la hubiera pescado en una mentira.

-Saliendo a una reunión. -Digo improvisando sin despegar la vista del tipo.

-¿Reunión? -pregunto desorientada- En mi agenda no había nada.

-Surgió de improvisto. -Respondí calmado.

-¿Quién es él princesa? -¿Princesa? ¿Le dijo princesa? Una corriente eléctrica corrió por mi cuerpo, ¿Celos? No definitivamente no.

-Jeremy te presento al señor Uriel Alastor, dueño de Alastor Enterprise.

-Soy su jefe. -Termino tajante.

-Un gusto, Jeremy Dalton, soy amigo de Vanina.

-Lo mismo digo. -Suelto amable, aunque por dentro se que es mentira ¿Pero que es lo que me pasa?

-¿Necesitas que te acompañe? -Me pregunta Vanina mirándome con sus hermosos ojos color miel mientras su cabello castaño claro revolotea en el viento haciendo que su aroma invada mi sistema sintiendo una vez más la necesidad de arrastrarla lejos de aquel tipo. Tranquilo campeón entre Vanina y tú no hay ni puede haber nada.

-No hace falta. La veo en una hora. -Sentía que iba a explotar en cualquier momento, pero no podía hacer nada, ella es libre de hacer lo que le plazca.

-De acuerdo. Adiós Uriel. -Dice  Vanina girándose hacia el tipo para luego colocarse el casco y salir a toda velocidad de allí.

No lo podía creer, sentía como la rabia se acumulaba en mí, ¿A que había vuelto aquél tipo? ¿Le pediría de volver? Me sentía como león enjaulado. Caminé hacia la camioneta y salí rumbo a almorzar.

Mi ángel.®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora