Mi ángel.®✔

Capítulo32.

El beso nos fue arrebatando la noción del tiempo haciendo que este se detuviera y nada más importara, lo que provocó que nuestras respiraciones se tornaran pesadas y nuestras pulsaciones se enloquecieran. Podía sentir como de un momento a otro mis pulmones colapsarían debido a la falta de oxigenación por lo que debí apartarme.

-Soñé cada noche con este momento desde que te conocí. Al principio no sabía que era, ní a qué se debía. -Dijo con voz ronca y agitada volviendo a sentarse en su asiento para proseguí con su helado.

-¿Y ahora lo sabes? -pregunto pinchándolo con una sonrisa inocente en mis labios Mié tras llevaba un poco del dulce postre a mi boca.

-Claro que lo sé, quiero pasar mi tiempo contigo. -Respondió y ambos sonreimos como dos adolescentes.

Luego de terminar nuestros helados, salimos a la calle y cruzamos tomados de la mano, para ir al parque en donde nos conocimos la primera vez. Al llegar, nos sentamos en uno de los bancos que allí había.

-Gracias por darme una oportunidad. -Digo apoyando mi mano en la suya, la cual descansaba en su pierna.

-Gracias a ti por aceptarme. -Dice y se gira para quedar frente a mí.

Sin decir nada más, se acercó lentamente a mí provocando que nuestras respiraciones se entrechocaran y nueva ronda de besos se produciera provocando que cada terminación nerviosa de mi cuerpo quedara en alerta.

-Mañana paso por ti para ir a la oficina. -Era mas una afirmación que una pregunta.

-En cuanto a eso... Durante nuestro horario de trabajo me gustaría que el trato sea como hasta ahora, no quiero que se ande hablando por los pasillos de la empresa.

Lo pensó un momento y luego aceptó.

-De acuerdo.

Durante todo el trayecto a casa tuve la sensación de que miles de mariposas recorrían mi estomago, sin poder evitarlo en mis labios se instaló una sonrisa boba.

-Descansa, te veo mañana. -Dijo plantando un casto beso en mis labios.

-Tu igual. -Digo abriendo l puerta del auto para descender de este.

Despues de despedirme de él, entre a casa y me dirigí a mi cuarto para prepararme para entrar me a bañar y adelantar trabajo, pues mañana sería un largo día lleno de reuniones.