Una vez en su casa, vamos derecho a la cocina.
-Hola Dai. -Saludo con una sonrisa.
-Mi niña. -Dijo alegre- ¿Cómo has estado? Ya me preguntaba yo cuando Uriel te traería de nuevo.
Al verlo pude notar que se sonrojaba, evidentemente a aquella mujer la consideraba como a una madre.
-Bien, gracias. -Digo aún sonriendo.
-Ven, te acompañaré a tu cuarto. -Dijo Uriel tomando mi mano y volviendo a sentir esa descarga eléctrica en todo mi cuerpo.
Apenas llegamos a la planta de arriba, abrió la misma puerta de la habitación que ocupé la primera y única vez que estuve aquí.
-Acomodate tranquila, cualquier cosa estaré abajo.
-Gracias. -Respondo tímida y sin poder preveerlo me plantó un tierno beso en la mejilla para luego desaparecer escaleras abajo dejándome flotando entre nubes.
Al entrar, observé que encima de la cama había una enorme bolsa. Intrigada, me acerco y al abrirla descubro que es un vestido.
Lo guardo de nuevo y tomando la bolsa salgo del cuarto en busca de Uriel. Necesito una explicación.
Una vez en la planta baja, me dirijo de nuevo a la cocina ya que se escucha la voz de Uriel hablando con Daiana.
-¿Y esto? -pregunto mostrándole la bolsa- Es demasiado elegante para una simple cena.
-Se que te invité a cenar esta noche, pero es más que eso, es una cena de caridad. Y como tú eres quien siempre me acompañas a las reuniones consideré prudente que me acompañaras.
Así que todo esto tenía que ver con ese evento, una parte de mi se entristeció, pues esperaba que fuésemos nosotros dos, pero mi parte racional lo agradeció pues habría otras personas y el ambiente sería más relajado.-Me lo podrías haber comunicado ayer en la oficina. -Digo seria- Hubiera elegido algo apropiado y menos llamativo.
-Quería que fuese una sorpresa. -Esa respuesta si me dejó muda.
-Pues, creo que lo lograste. -Digo sonriendo.-Me alegra saberlo.
-No hacía falta que te pusieras en gastos, en el closet esta lleno de ropa que podría haber usado.
-Ese me parece más el indicado. -Dice señalando la bolsa- No eres una simple secretaria, eres mi secretaria -Soltó remarcando el mi- Y no me parece justo que vayas igual al resto.
Me encontraba definitivamente desorientada. Casi no sabía nada de él, jamás me daba una respuesta de por que se comportaba atento conmigo cada vez que se lo preguntaba. Según Sam era por algo que le sucedió a su esposa, pero no entendía que podría haber llegado a pasar para que él esté pendiente de mí.
Cuando se hizo la hora, comencé a prepararme, me duché durante un rato.
Cuando salí me puse la ropa interior y encima una bata, me metí en el closet y me maquille lo mas natural posible. Una vez terminado mi peinado, me cambié la bata por el vestido blanco con cadenas plateadas y por último me coloqué unos tacos plateados.
Caminé hasta uno de los muebles y de uno de los cajones tomé una pulsera y unos aros con pequeñas incrustaciones plateadas.
Ya una vez que estuve lista, esparcí algo de perfume y tomé una pequeña cartera de mano haciendo juego con mis accesorios y me encaminé a la planta baja.Al llegar al último escalón descubrí que Uriel ya me esperaba. Al observar su rostro no pude evitar sonreír complacida.
-Ya estoy lista, ¿Vamos? -pregunté con una sonrisa.
-S... Si, si vamos. -Respondió evidentemente anodadado- Estas muy guapa.
-Gracias, tu también estas guapo. -Y realmente se veía así, llevaba un traje negro, el cual hacía resaltar su cabello, camisa blanca y corbata, sin duda arrancaría mas de un suspiro por parte del sector femenino.
Luego de tomar el brazo que me ofreció, nos encaminamos hasta la camioneta donde el chofer ya nos esperaba con la puerta abierta. Una vez ya instalados dentro, la camioneta arrancó.
ESTÁS LEYENDO
Mi ángel.®✔
عاطفية¿Qué pasaría si de un día para otro te quedas sin trabajo y tu estabilidad económica se ve afectada con un montón de deudas y con gastos médicos? ¿Aceptarías la ayuda de un ángel? ¿Serías capaz de afrontar la adversidad para ser feliz? Esta es mi hi...