11| Los Androides Número Diecisiete y Dieciocho despiertan.
Estábamos, precisamente, en la parte norte del planeta. Lo supe por el extraordinario clima gélido que se lograba sentir. Froté mis brazos disimuladamente con mis manos; dirigía hacia los alrededores de la capital del Norte junto a Piccolo, Ten Shin Han y Krilin con la sola idea de encontrar a Gero y evitar que el padre de Trunks hiciera una tontería.
«¿Por qué Vegeta es tan terco?»
—¡Ahí está la capital! —exclamó Krilin.
—Y, ¿Vegeta? —preguntó el señor Piccolo.
De hecho, ya empezaba a preocuparme.
—Estoy segura de que Trunks no permitirá que haga lo que se le plazca —dije, esperando que esas palabras me dieran la seguridad que necesitaba—, tanto él como yo sabemos lo que puede pasar y ese señor no entiende razones —solté un bufido—. Lo mejor es que busquemos el laboratorio y lo destruyamos nosotros mismos.
El de piel verdosa asintió mientras sobrevolaba junto a nosotros.
—Lo más seguro es que el laboratorio se encuentre en estos alrededores —opinó Ten, observando el paisaje bajo nuestros pies.
Los cuatro nos detuvimos observando las montañas, las cuales, eran demasiadas como para contarlas. Ese viejo planeó estratégicamente la ubicación de su laboratorio para que nadie lo encontrara por accidente.
—Hace mucho frío en la región del norte —se quejó el chico de baja estatura mientras frotaba sus brazos para entrar en calor.
Piccolo lo humilló diciéndole que no había entrenado lo suficiente como para aguantar los climas extremos.
—¿Creen que lo encontremos? Hay muchas montañas y cuevas muy pequeñas, además ese androide puede sentir nuestro Ki pero nosotros a él no —Ten se escuchó mucho más que angustiado, no podía culparlo.
Ese era el punto por el cual temía de los Androides, en cuestión de Ki era como dar palos de ciego.
—Solo nos queda separarnos para encontrarlo y, una vez que lo encuentren, avisen a los demás.
La orden en voz autoritaria del namekiano me hizo regalarle una media sonrisa, ese era del que mi hermano mayor me había hablado muchas veces.
—¿Cómo avisaremos?
La pregunta del muchacho me hizo alzar una ceja hacia él.
—Imagino que debemos elevar nuestro Ki, ¿cierto? —cuestioné al de piel verde.
—Así es —asintió el de antenas. Dicho esto, todos asentimos y empezamos a dispersarnos.
—¡Esperen! —gritó Krilin llamando nuestra atención, me giré en su dirección al momento en que una ráfaga de aire sacudió mi cabello.
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La hija de Goku| Son Gia [Editando]
FanfictionSí, mi nombre es Son Gia. Soy hija de la unión del gran guerrero Son Goku y Milk, hermana menor de Son Gohan y la vida en la Tierra es un completo desastre gracias a esos malditos androides que poco a poco me quitaron todo. Vean el inicio de los pro...