La hija de Goku| Son Gia [Editando]

¿Qué vas a hacer, Satán?

El poder de Gohan estaba incrementándose a la vista de todos, pero eso ahora no importaba.

-Cuando Gohan se transforme en super saiyajin, ¿qué es lo que va a suceder, señor?- preguntó Krilin.

-Lo más seguro es que Yam y Spopovich estarán dispuestos a atacar a Gohan, parece ser que están en busca de alguien fuerte- contestó el ser Supremo y me volví hacia él -Pero como se los pedí hace un momento, no vayan a moverse de aquí- pidió.

-Sí, claro. No nos moveremos de aquí porque Gohan acabará con esos sujetos en un abrir y cerrar de ojos- declaró el joven de baja estatura.

-De eso no estamos seguros- añadió el Supremo.

-¿Acaso insinúa que ellos pueden lastimar a mi hermano?- pregunté con una notoria angustia.

-No se preocupen, no serán capaces de matarlo- aseguró el Kaiosama supremo con la mirada hacia el frente.

¡¿No serán capaces de matarlo?!

Con el simple hecho de decir eso, me invadió un sentimiento de angustia y miedo, no quería que le hicieran algo a Gohan.

-Porque su objetivo principal es obtener una energía muy poderosa- añadió.

-¿Energía?- cuestionó papá confundido.

En ese momento, Videl llegó corriendo y se asomó sobre el logo que cubría parte de la puerta. El suelo comenzó a temblar, los ojos de Gohan se volvieron azules y su cabello dorado; logrando así, quebrar un poco la plataforma debido a la concentración de ki, las personas estaban asombradas. Ese no era el super saiyajin normal, era mucho más poderoso. A mi hermano mayor lo adornaba un aura dorada que en ciertos momentos destellaba algo parecido a pequeños rayos a su alrededor.

-No puede ser, Gohan se ha transformado y se parece a... imposible, imposible- Videl estaba temblando totalmente impactada.

-¡Hmp! Ese tonto, en la batalla contra Cell tenía más fuerza- aseguró Vegeta indiferente -Y todo por dejar de entrenar ahora que en la Tierra reina la paz- sentenció cruzado de brazos con el entrecejo fruncido.

-No, a pesar de eso me ha impresionado, tiene una extraordinaria fuerza- el rostro del Supremo no mostraba absolutamente nada más que misterio -Ahora veremos si son capaces de detener ese poder- lo miré ceñuda.

-¿Detenerlo?- preguntó papá.

-¿De qué habla?- cuestioné atónita -Nadie podrá detener a mi hermano si esta convertido en super saiyajin- aseguré.

-Esperemos que puedan hacerlo- contestó el de piel lavanda.

En ese momento, Yam y Spopovich salieron a la plataforma a espaldas de Gohan, por el rabillo del ojo pude ver al Supremo Kaiosama alzar las manos hacia mi hermano, giré mi vista a él para después volverla al instante hacia la arena de combate dándome cuenta de que mi hermano no se podía mover.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó papá confundido.

Gohan estaba paralizado y fue sometido por el gigante de nombre Spopovich, Yam le enterró una especie de jarra que poseía un pico como si fuese una aguja a un lado del estómago. Mi hermano gritó de dolor.

-¿Por qué hizo eso?- volvió a preguntar mi padre admirando sorprendido la escena.

-¡Maldito!- grité y quise salir en ayuda de Gohan cuando el señor Piccoro me tomó por el brazo y a Krilin por la camiseta.

Era la segunda vez que me impedían ayudar a alguien que estaba en peligro, pero esta vez, era mi hermano.

-¡Son unos tramposos! ¡Suéltame, Piccoro!- alegó el joven de baja estatura.