La hija de Goku| Son Gia [Editando]

Papá regresa

 –¡No, Gohan! –me impulsé hacia mi hermano quien había caído a unos cuantos metros de nosotros.

–¡Yo te curaré! ¡Resiste, Gohan!– la voz de Dende a mis espaldas se escuchó junto a sus pasos apresurados.

Ambos caímos de rodillas, Kamisama colocó ambas manos sobre mi hermano mayor y, de estas, desprendió unas ondas de color amarillo tal y como había sucedido conmigo.

–Reacciona, Gohan– le llamé.

El mayor abrió los ojos y nos sonrió –Muchas gracias, Dende– dijo mientras se levantaba –Vayan a un lugar seguro.

Ambos obedecimos, cuando me giré, vi a Majin Boo elevado en el cielo, le lanzó una ola de aire a Gohan.

–¡Desapareceré a esos enanos!– escupió el rosado lanzando una bola de energía hacia nosotros.

Fruncí el ceño esperando esa energía para desviarla con mi brazo cuando, a mi lado, apareció Mr. Satán.

–Yo lo desapareceré con unos disparos– dijo al momento de hacer sonar una pistola tres veces.

Y cuando estaba a punto de golpearla con mi brazo derecho, una bola de energía amarilla se llevó la que había lanzado Majin Boo, todos nos giramos en esa dirección solo para ver a un hombre que poseía tres ojos, su cabeza estaba rapada y sus ropas eran unas túnicas azules y blancas.

–¡Qué bueno que llegaste, Ten Shin Han!– exclamó mi hermano mayor con alegría.

–Sabía que eras tú, Gohan, casi no te reconozco. Me dejaste sorprendido, y tampoco creo la nueva transformación de Majin Boo– señaló Ten.

–Rayos, otra de esas basuras ha venido a molestar, las basuras siempre serán las más asquerosas– alegó la criatura extendiendo dos dedos hacia el hombre recién llegado.

Afortunadamente, logró esquivarlo. Ese sujeto también era fuerte, formó un triángulo con ambas manos y gritó algo que nunca había escuchado. De esas manos, salió una especie de energía que fue a parar directamente en Majin Boo, pero ningún rasguño logró hacerle causando que la criatura se burlase.

El rosado alzó sus manos riéndose.

No iba a dejar que ese villano dañara a los que estaban bajo mi cuidado, de un brinco llegué hasta su frente. Ahora estaba actuando por instinto.

-No te dejaré tocar a mis amigos, antes deberás vértelas conmigo -amenacé.

-¿Y qué harás? ¿Jugaremos a las muñecas? -se burló el rosado.

Formé una sonrisa socarrona.

-No sabía que tú jugaras con muñecas, después de todo, eres un payaso- era mi turno de ser insolente y al parecer eso lo hizo enfurecer.

-¿Qué dijiste?

-Dije que eres un payaso- repetí abiertamente.

-¡Gia, apártate de él!- la voz de Gohan se escuchó a mis espaldas.

-Y dejar que este miserable dañe a Dende. Jamás. -aclaré colocándome en posición de pelea.

-Si que eres valiente, niña- afirmó Majin Boo al momento en que apareció frente a mis ojos.

No tardé en reaccionar para dar un salto hacia atrás. Cuando mi pie tocó el suelo, me deslicé evitando el golpe de Boo y deteniendo su patada con mi brazo izquierdo. Pero eso no me intimidó, al contrario, nunca me había sentido tan viva. Nuevamente la criatura estaba luchando cuerpo a cuerpo contra mí. Mi cabello se tornó dorado tal cuando asesinó a mi mamá y le di una serie de patadas que, obviamente, no le hicieron daño alguno.