¡Hasta nunca androides!

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Después de abordar la nave y desaparecer de esa línea temporal, Trunks y yo viajábamos nuevamente a través del tiempo.

-Te veo contenta, Gia- anunció con una sonrisa el chico a mi lado.

-Lo estoy- aseguré asintiendo con una gran sonrisa.

Frente a nosotros apareció la gran casa amarilla con unos cuantos destrosos por todo el casco redondo que era el techo y al rededor, una serie de escombros, autos volteados, lámparas y postes de luz derribadas. En fin, un verdadero desastre.

Mi sonrisa se borró en ese instante, en el instante en que mi visión panorámica me permitió ver la semejante destrucción, destrucción que habíamos evitado en el pasado. Pero este es y seguirá siendo nuestro pasado, presente y futuro.

Baje de un salto al igual que Trunks y corrimos al interior de la casa, directamente al laboratorio para encontrarnos con la única persona a la que ambos echamos de menos en nuestro viaje.

La peliazul se levantó de la silla al vernos entrar, estaba feliz.

-¡Trunks!- exclamó sorprendida acercándose.

El mencionado bajo las escaleras que daban al laboratorio quedando frente a su madre, me deslicé tras él colocándome a su lado.

-Que bueno que regresaron con bien- dijo alzando la ceja para rodearnos con los brazos cruzados sobre su pecho -¿Pero qué fue lo que les paso? Se ve que has crecido mucho- regresó a nuestro frente y la seguimos con la mirada -Estan muy guapos, pero aquí hay algo más- acercó su mirada a la mía de manera que me hizo sentir incómoda -Pero no logro saber que es- finalizó volviendo su vista a Trunks. Me sonrojé.

-Uhm, lo que pasa es que en el templo de Kamisama hay una habitación del tiempo en la cual se puede entrenar lo de un año en tan solo un día- explicó el chico con toda naturalidad.

Bulma lo miró confundida, tal vez ella no tenía ni idea de que esa habitación existía.

-No se de que me estás hablando pero lo importante es que ambos regresaron a salvo, díganme ¿cómo les fue? Esas caras me indican que tienen buenas noticias- acertó Bulma y al instante volví a sonreír.

(...)

Bulma se encontraba sirviendo café con el radio encendido, estaba sentada justo al lado derecho de Trunks esperando mi taza de café mientras el chico relataba todo a su madre.

-Ya veo, de todas formas Goku murió durante la batalla pero Gohan vengó su muerte- señaló ella colocando las tazas frente a nosotros.

-Así es, después de todo, papá estaba destinado a morir- solté un suspiro -Pero me reconforta que esta vez haya sido decisión suya- le di un sorbo a mi bebida.

-Sí, también pude pelear junto con mi padre, mamá- dijo Trunks y Bulma casi escupe el café de la sorpresa.

-¡¿Eh?! ¡¿Junto con Vegeta?!-cuestionó atónita.

-Y no sólo eso- asentí poniendo mis codos sobre la mesa para que mis manos sirvieran de base en mis mejillas.

-Así es, y ahí fue cuando me di cuenta de que mi papá no es una persona fría como todos piensan- aseguró con los ojos brillantes - Se puso furioso y peleó porque me habían matado- se giró a su madre quien lo miraba como si no creyera su relato.

-No puedo creer que lo digas de esa forma- bufé recordando lo que sentí en ese momento.

-Gia tiene razón- sentenció Bulma -Pero fue por eso que te lo dije- señaló refiriéndose a Vegeta y tomó un sorbo de su taza.

La hija de Goku| Son Gia [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora