La hija de Goku| Son Gia [Editando]

¡El torneo de Cell comienza!

Ajusté el cintillo azul marino a mi cintura en un nudo. La tensión que se sentía en el mundo era abrumadora, el inicio de los problemas comenzaría en unas cuantas horas.

Miré mi reflejo frente al espejo, estaba transformada en la forma base del super saiyajin y con un dogi anaranjado idéntico al de papá. Di un vistazo a la ventana y pude ver a la gente huyendo en naves a través del cielo.

Muchos quizás estaban en sus casas resignados a pasar "el fin del mundo" en la comodidad de su hogar esperando una muerte segura. Salí de la casa encontrándome con Trunks quien también estaba tenso, sea lo que sea que pasara hoy decidiría si nos quedaríamos o volveríamos a nuestra línea temporal.

Me coloqué a su lado, su rostro estaba serio, tenía el ceño fruncido y su boca era una perfecta línea recta, miraba hacia el horizonte.

-Es hora de ir al templo- dije captando su atención, por supuesto no me miró.

Hizo un asentimiento de cabeza y ambos empredimos vuelo, todo el camino fue en silencio, vimos muchas naves que iban y venían por el cielo, afortunadamente estaban muy ocupados en escapar que no notaron nuestra presencia aunque estuviéramos un poco encima de ellos.

Al llegar, Gohan tenía un rostro serio al igual que todos. Sonreí para apaciguar las aguas pero no funcionó, aunque, al menos había logrado una sonrisa en mi ahora pequeño hermano.

-¿Saben algo de Goku?-cuestionó Krilin preocupado.

-No, Krilin- negué con la cabeza posicionándo una mano sobre la cabeza de mi hermano.

Nos quedamos en silencio, la tensión y preocupación seguían ahí. Hablamos unos minutos sobre algo sumamente importante. En ese momento, papá apareció atrás de nosotros.

-Ya llegaste, papá- la voz de Gohan resonó.

-Que bueno que llegaste- señaló Krilin.

Papá me dio una mirada para después desplazarla por toda la plataforma de mármol flotante.

-El torneo es hoy, ¿dónde está Vegeta?- cuestionó.

-El imbécil ya se fue- contestó Piccoro con los brazos cruzados.

Le di un vistazo a Trunks quien se incómodo avergonzado, era cierto que hasta ahora no me había dado cuenta que no estaba ahí y para ser sincera, no me importaba.

-¡Vaya! El desesperado de Vegeta se veía entusiasmado, quizás incrementó sus poderes- comentó mi padre con cierto tono entusiasta pero ninguno de nosotros podíamos estar tan confiado como él -¿Qué les pasa a todos? ¿Por qué se ven tan deprimidos? ¿Ya se pusieron nerviosos?- hizo una mueca.

-Oye, Goku, ahora estamos en un grave problema, como recordarás las esferas del dragón tenían la capacidad de revivir a muchas personas con un sólo deseo- comenzó a relatar Krilin.

-Sí- asintió papá con toda naturalidad.

-Y por ese detalle, las esferas no podrán revivir a la persona que haya muerto anteriormente- explicó el hombre de baja estatura.

Era cierto, Dende nos lo había explicado en el momento en que Trunks y yo llegamos. No podíamos morir o de lo contrario..., bueno ya saben lo que sigue.

-Disculpe, hubiera sido mejor que me lo dijeran antes- Dende habló con un cierto tono de tristeza.

-No es tu culpa, Dende, hiciste lo mejor que pudiste, aún así es de mucha ayuda- me incliné hacia él sonriéndole con dulzura. Él era un niño después de todo.

-Es verdad, no te pongas así- papá trató de tranquilizarlo -Sólo debemos cuidarnos de no morir- señaló.

-¡¿Debemos cuidarnos?! Pero si nuestro adversario es Cell- exclamó Krilin preocupado.