La hija de Goku| Son Gia [Editando]

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17| Conociendo a papá.
12 de mayo, 767.
En alguna parte del cielo.

Junto a Krilin, sobrevolaba algunas ciudades de regreso a Kame House y, como si fuera suerte, nos topamos con un individuo muy desagradable en las afueras de un pueblo, exactamente en un pequeño aeropuerto.

El chico, rápidamente se lanzó a salvar a una muchacha junto a un niño, los cuales, estaban a punto de ser atacados por Cell.

—Con que es Krilin —señaló el nuevo androide.

—¡No sólo es él! —aterricé junto al chico, colocándome en posición de pelea.

—No permitiremos que sigas causando más daño —reclamó Krilin, parecía enojado.

Tanto el niño como la mujer corrieron a un avión agradeciéndole y éste se sonrojó instantáneamente.

—No esperaba esto—una risa siniestra se escuchó por parte del villano—. Con que eres tú Gia, podré volverte a matar y me darás más energía para poder desarrollarme. Fue muy sencillo deshacerme de Trunks y de ti en el futuro. Ambos son unos perfectos incompetentes —se enderezó—, pero admito que eres una gran guerrera, aunque, no lo suficiente.

Erguí la espalda al instante, sorprendida por su declaración.

«¿Esa fue la razón por la que él pudo viajar hasta aquí?»

—¡Estás muy equivocado si crees que te dejaré acercarte! —Krilin se posicionó, para hacerle frente.

No podía creerlo. Mis piernas temblaban, estaba totalmente impactada por lo que había dicho aquella criatura. Simplemente me sentía débil, el estómago me dolía. El movimiento de aquella cola con terminación en punta me obligó a alzar la guardia, no le iba a dar la satisfacción de asesinarme otra vez.

Comenzó a atacarnos repetidas ocasiones con su aguijón. Su rapidez era singular, pero mi velocidad al esquivar era mejor. En definitiva, tenía la intención de absorbernos a como diera lugar y eso yo no lo permitiría.

Maldecí por lo bajo cuando me di cuenta de que no podría ganarle ni aún convirtiéndome en super saiyajin. Su fuerza y agilidad era mucho mayor a la que Piccolo nos había descrito, esto lo había conseguido después de absorber a todas las personas que se han topado en su camino.

Me enfurecí puesto que ese ser despreciable tenía razón. Seguía siendo una inútil incapaz de proteger e incluso a mí misma.

—¡Taiyoken! —gritó Krilin y una luz nuevamente me cegó, ahora estaba confundida. Escuché el avión despegar, una mano me jaló.

Estaba bajo aquella máquina siendo sujeta de la muñeca por el chico calvo. Supongo que esa fue una gran idea o, eso pensé justo antes de notar que Cell ya no se encontraba en el suelo. Un golpe y un grito hizo que ambos nos dirigiéramos al techo del avión.