Imagen: https://twitter.com/teba_bate/media
Aclaraciones: «Pensamientos», "voces del pasado", "voces desconocidas"
✘
¿Qué eres tú?
✘
Al salir de la tienda, Miu vio su reloj que daba las 8 de la noche «Kaede ya debió de haber llegado al restaurante», pensó mientras empezaba a caminar de regreso a casa y recordaba aquéllos días en que siempre salía junto a Kaede, Saihara y aquél chico que no quería recordar. Aunque no siempre había sido así. Al empezar la preparatoria, Miu era una persona pedante que alejaba a todos por su mala manera de hablar; sin embargo, Kaede siempre insistió en querer ser su amiga, hasta que lo logró.
Kaede ocupaba un lugar enorme en el corazón de Miu, aunque no lo admitiese tan a menudo, y tampoco demostrase tanto afecto como lo hacía Kaede. Pero le alegraba saber que podía contar con ella, a pesar de sus hábitos extraños. Saihara era el mejor amigo que Kaede, y sí, también era un amigo cercano a Miu, pero las veces que ha estado a solas con él, teniendo una conversación, eran contadas.
La apuesta rubia se paró para esperar su turno de cruzar, y mientras mira hacia al frente, logra percatarse que alguien la estaba mirando. Por alguna razón, empezó a sentir nervios, de esos que te dejan sin poder moverte, a pesar de que sientes el corazón latiendo fuerte y rápidamente. Sentía como si aquéllos atrayentes ojos morados la vieran tan dentro que desgarraban los ropajes de su alma. Miu no era del tipo de persona que se pondría a pensar cosas tan profundas, pero si tenía que definir lo que sentía, así era. Lo último que pudo ver, es como sonreía antes de un carro pasar y perderlo completamente de vista.
«Mi imaginación, tiene que ser eso», se convenció, porque nunca antes había sentido tal atracción. Sin importar lo mucho que dijese que los chicos se mueren por ella, en realidad se morían por tocar sus tetas, pero por el simple hecho de ser como era ella, ni se acercaban. Pudo notarlo, una vez más, cuando compró en la tienda, el cajero no paraba de ver su escote. Pero nada que un "¿Vas a quedarte toda la noche viéndome las tetas o a darme la cuenta?" no pudiera arreglar.
No era de ocultar, que Miu amaba su cuerpo y a sí misma, podía proclamarse a viva voz como la más fascinante mujer que jamás haya existido, así todos dijesen lo contrario, intentaba mantener su ánimo en alto, era lo mínimo que podía hacer por ella misma.
Suspiró para luego continuar su camino una vez el semáforo le indicó que podía pasar. No puede esperar para comprarse aquél vehículo que tanto anhelaba, y poder juguetear con el con uno de los pocos amigos que hizo en la universidad, ella estaba apenas comenzando y él terminando la carrera, pero su interés por la mecánica los hizo relacionarse rápidamente. Aunque ahora que se había casado y tenido una hija, no sabía mucho de él.
«Las personas vienen y se van» Miu no pudo evitar ponerse triste tras aquél pensamiento; nunca sabía cuando alguien nuevo llegaría, y cuando los viejos se irían. Como aquélla persona que no quería recordar. Esa era la razón principal de que, en un principio, no quería hacer amigos.
El miedo de perderlos después.
Entonces, de pronto sintió como si alguien la siguiese, la rubia volteó pero no había nadie, pensó en su imaginación jugando con ella nuevamente, pero eso no evitó que siguiera mirando hacia atrás mientras caminaba hacia su departamento. Una vez llegó, buscó las llaves para entrar, ya que los vecinos se ocupaban de mantener la puerta cerrada por los recurrentes asesinatos. Cuando encontró las llaves, las mismas se cayeron al suelo, molesta por su descuido, se arrodilla para levantarlas, cuando las toma, siente que alguien pasó al lado suyo, por lo que voltea, y al ver que no era nadie, Miu decidió que dejaría de inventar con su teléfono móvil y dormiría temprano.
ESTÁS LEYENDO
Know under skin [Kaito x Kaede] + [Irouma/Saimaki]
Vampire-Una parte de mí te había esperado siempre, siempre toqué para ti. -Una parte de mí te había esperado siempre, siempre escuché tu piano. Para alguien como él, relacionarse con una humana era un grave error, pero por más que lo evitaba, Kaito siempre...