Capítulo I.II

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¿Dejarías a mis ojos mirarte tan dentro?


La inquietud en aquel momento lo llenaba de ansiedad. No podía parar de pensar en lo que había ocurrido días atrás. Sí, habían encontrado al asesino en serie que había estado aterrando a la ciudad donde hubo una gran cantidad de víctimas mujeres; pero no habían logrado interrogarlo debido a que había muerto. Sólo había podido sacar su nombre, y a pesar de que era un dato importante, no fue suficiente para descubrir más de éste.

Korekiyo Shinguji no tenía registros en el sistema de identificación de personas. Shuichi pensó que sería un extranjero, o que utilizaba una identidad falsa. Las razones de su muerte aún le parecían borrosas, sólo recordó llegar y el asesino estaba en el suelo sin signos vitales, repleto de sangre. Lo único que sabe por testimonio es que Kaede estaba a punto de ser atacada por dicho homicida, cuando Harukawa Maki intervino y logró neutralizarlo con su arma de reglamento, pero sólo había sido suficiente un tiro en su zona vital para dejarlo sin vida.

Pero Saihara seguía confundido, no había arma, una bala, y aún así el mismo patólogo indicó que había muerto por un proyectil disparado por arma de fuego. No lo entendía, ¿es que acaso había bebido tanto esa noche? Algo dentro de él lo hacía convencerse de que todo era verdad, pero su sentido detectivesco lo hacía querer buscar más.

Le habían hecho una fiesta en la oficina por "resolver el caso", pero no se sentía realmente orgulloso de lo que logró, lo cual sintió que fue prácticamente nada. Todo había sido sólo cuestión de "suerte" que ese tipo hubiese estado allí. Hajime Hinata estuvo en esa fiesta, junto a su prometido Komaeda Nagito, y el mismo castaño reconoció que Korekiyo había sido quien atacó a Koizumi.

Encajaba, pero no era suficiente para el detective.

Y al no poder interrogar al homicida, aún no sabía las razones por las cuales asesinaba sólo a las mujeres de la ciudad, ni mucho menos la razón que tuvo para asesinar a su ex novia, Koizumi Mahiru.

Ese día salió exactamente a las 7 de la noche, el invierno se acercaba así que cada día era más frío que el anterior por lo que iba muy abrigado. Mientras caminaba no podía evitar pensar en el caso de Korekiyo Shinguji, quien era, de dónde provenía, por qué hizo todo lo que hizo, la verdadera causa de su muerte.

Saihara se detuvo al observar a Maki, la compañera a quien le asignaron el caso junto a él, sentada en una cafetería. La chica siempre le había parecido curiosa y misteriosa, llamaba su atención tanto por su aspecto tranquilo y reservado, incluso odioso, parecido al de su superior, Kirigiri Kyouko (quien se había mudado junto a su esposo), y con una mirada que podría matarte cuando estaba furiosa. A Saihara no le asustaba, pero sí sentía una extrema curiosidad por su forma de ser y como había llegado a su vida tan repentinamente, para después irse.

Algo le decía a Saihara que debía investigarla más a fondo.

Pues la chica solía convencerlo de todo, y tenía una extraña habilidad que hacía que las personas dijesen lo que ella quería.

—Hey, Harukawa-san, tiempo sin vernos —Saludó una vez entró a la cafetería y se acercó a la mesa de Maki, quien lo miró sin mostrar sorpresa alguna.

—Sólo fueron unos días —dijo sin interés.

—¿Y qué haces? Ahora que te has ido... ¿No tienes que regresar? —le preguntó mientras se sentaba en su misma mesa.

—Me han dado unos días libres por resolver el caso —manifestó para luego tomar de su malteada.

El chico no tuvo nada que decir en contra de eso, pero siguió pareciéndole curioso. Algo no estaba bien en esos tres que habían llegado hace unos meses a la ciudad, sus dos compañeros de habitación, Kokichi y Kaito, quienes salían con sus dos mejores amigas, también les daba esa sensación de "inconformidad"; y cada vez que su sentido detectivesco le decía algo, no podía parar hasta descubrir lo que pasaba.

Y Shuichi Saihara haría lo posible por averiguarlo, por lo que, mantenerse cerca de Maki era lo mejor que podía hacer.

—¿Por qué no pides un cambio para acá? —le preguntó sonriente—. Me vendría bien un poco de tu ayuda, no lo habría logrado sin ti —confesó—. Salvaste a Akamatsu-san, y estoy... eternamente agradecido por eso —dijo con sinceridad y alivio. Saihara notó como Maki se le quedó mirando fijamente.

—Tú la amas —afirmó ella, Saihara por su parte abrió sus ojos como platos y se sonrojó.

—¿Eh? ¿P-por qué me dices eso? —preguntó como reacción. Tampoco era algo que podía negar, pero era algo extraño que Maki le dijese eso.

—Puedo notarlo en la forma en que la miras, en la manera en que sonríes cuando piensas en ella —manifestó Maki mientras volteaba su mirada hacia la ventana—. Esa sensación que te revuelve el estómago al verla feliz con alguien más, que difícil es amar a alguien que no te es correspondido... —dijo casi en un susurro. Saihara se quedó en silencio, ella también amaba a alguien, y estaba casi seguro que se trataba de Kaito Momota—. Pediré ese cambio, de todas formas planeaba quedarme en esta ciudad un tiempo.

El detective afirmó con una sonrisa satisfecha. De esa forma se acercaría más a esas personas.

. . .

Notas de autora: Holaa, estoy muy contenta con este capítulo, pues este fanfic en general me tiene muy entusiasmada, me he inspirado mucho, lástima mi tiempo es tan escaso xD, también he tenido problemas con el Internet por eso me he tardado tanto :') espero les haya gustado este capítulo, pues Saihara no está satisfecho y se unirá más al misterio de nuestros 3 personajes que en realidad son vampiros jeje. En fin, gracias por leer,¡nos vemos luego!

Know under skin [Kaito x Kaede] + [Irouma/Saimaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora