Capítulo 7

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La tarde había pasado rápida entre bromas, risas y hablando de cualquier tontería que se nos pasara por la cabeza. Por la noche, decidimos ir a algún sitio a cenar, al fin y al cabo, agobiaba pasar mucho tiempo dentro de casa.

Me encontraba sentado en una silla, esperando a que Louis acabara de prepararse, jugueteando con juegos estúpidos de mi móvil. Para la ocasión, había elegido un pantalón negro rasgados a la altura de la rodilla y camisa blanca, con algunos botones de la parte superior desabrochados. Había sustituido mis habituales Converse por unos botines marrones de piel.

Escogí un restaurante que ya había visitado anteriormente y que no estaba nada mal. Se encontraba a unas cuadras de donde estábamos y podríamos ir a pie.

-Ya estoy.

Camisa blanca, vaqueros negros y sus Vans negras. Íbamos prácticamente iguales. Se había peinado el pelo hacia atrás, formando un pequeño tupé.

Le sonreí, enseñando mis hoyuelos, mostrando mi aprobación. Convertí mi mano en un puño y levanté el pulgar.

-Vámonos.

Deslicé el móvil en el bolsillo trasero de mis vaqueros y guardé las llaves en el delantero.

-No te molesta ir andando ¿No?

-En absoluto.

Empezamos a caminar por las silenciosas calles de Holmes Chapel. Tenía suerte de vivir en un barrio tranquilo. La tenue luz de las farolas y los cambiantes colores de los semáforos las iluminaban apenas. La mayoría de gente a estas horas o bien estaba en sus casas o bien en algún bar, intentado darle algo de sentido a su vida. Exhalé aire, a modo de vaho y un escalofrío me recorrió la columna vertebral, debí haberme abrigado mejor, ya comenzaba a notarse en el clima que era mediados de noviembre. Louis, a mi derecha, también se frotó los brazos, buscando algo de calor. Realmente había sido mala idea salir sin un abrigo y ya nos estábamos arrepintiendo.

-Falta poco.-señalé cuando vi las luces neón indicar la entrada del restaurante.

Cuando llegamos, aliviado, abrí la puerta y caballerosamente dejé que mi acompañante entrara primero y le seguí rápidamente. La música enseguida llegó a mis oídos y vi que ya un montón de personas bailaban en la pista de baile, pensaba que sería una noche más tranquila. Buscamos una mesa entre la abarrotada multitud hasta dar con una de tres plazas, justo al lado de la ventana. Perfecto. Tomamos asiento, uno enfrente del otro, y esperamos a que nos atendieran.

-Buenas noches ¿Que desean?-dijo un chico, de no más de 20 años, rubio, el cual me recordó a Niall. Supuse que era un camarero por su vestimenta, todo de negro y pajarita y pañuelo blancos.

-¿Qué es la especialidad de hoy?

-Sopa de marisco.

-Pues traigamelo y...una cerveza.-No era de los que bebía mucho puesto que era aún menor de edad pero decidí atreverme.

-A mí lo mismo porfavor.

-Por supuesto. Por cierto, esta noche a partir de las 11 habrá karaoke, es gratis participar.

De ahí el porqué de que hubiera tanta gente. Miré mi reloj que adornaba mi muñeca, marcaba las 10:00, no quedaba tanto.

-Cuéntame algo de ti.

-Me llamo Louis.

-Me refiero a algo que no sepa.-rodé los ojos.

-¿Cantarás esta noche?

-¡Claro que no!-exclamé.

Unas chicas que estaban sentadas cerca nuestro, nos miraron, curiosas, queriendo averiguar la razón por la que había tanto alboroto.

El Intercambio~Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora