-Un placer.-contesté forzosamente, absteniendome a las ganas de pegarles un puñetazo. A los dos. A Louis por no habérmelo dicho y a Eleanor, o mejor dicho Eleputa, por robarme a mi chico.
Tuve que soportar todo el camino hasta el coche escuchando como se besuqueaban. Como se metían la lengua hasta la garganta y oyendo ruiditos húmedos de sus bocas.
Era yo el que quería dejarlo con los labios rojos después de tantos besos. El que quería dejarlo con esa mirada de idiota enamorado cuando me fuera.
Pero no, Louis Tomlinson era la persona más heterosexual que conocía. Y yo simplemente había sido un idiota por fijarme en él aún sabiendo que no tenía ninguna oportunidad. Era como dar por perdida una batalla antes de empezarla. No quería ni intentarlo porque ya sabía que no acabaría bien.
Cuando llegamos a su casa era ya de noche. No quise ni cenar ya que se me había pasado el hambre, después de pasar todo el trayecto escuchando cosas como lo maravillosa que era Eleanor y demás. Subí a su habitación con Louis pisándome los talones. Me desvestí, me puse el pantalón de pijama y me tumbé en la gigantesca cama, dándole la espalda y alejándome lo más posible de él.
-Hazza.-me llamó y gruñí como respuesta.-¿Te has enfadado?
-Sólo estoy cansado por el viaje, nada más.
Me di la vuelta y vi como sólo andaba en bóxers, pasándose una mano despreocupadamente por el abdomen. Me sonrojé y tapé mis mejillas con las sábanas. Me pregunté cuantas veces habría pasado su novia las manos por ahí, disfrutando de él, cosa que yo no podía y me moría por hacer.
Apagó la luz y se puso a mi lado acurrucandose. El sueño no tardó en vencer.
-***-
Pasamos todo el día siguiente en la universidad. Él me enseñó las clases, la cafetería, los baños, el patio. Todo. Sus amigos planearon una cena en un restaurante y amablemente me invitaron. Louis tuvo que arruinarlo todo acoplando a la perra de su novia.
Suspiré acomodandome la negra camiseta a juego con los jeans y las marrones botas que ahora habituaba llevar.
Nos despedimos de su familia, especialmente de las gemelas que me cayeron muy bien y que les encantaba tocar mi pelo en cuanto podían.
Llegamos a lo que era el local en cuestión. Un pub llamado Wonderwall. Al entrar los chicos nos reconocieron enseguida y nos hicieron señas para que nos acercáramos. Quedé apretado entre Stan y Louis y comencé a hablar con el primero cuando me percaté que Eleanor llegó.
La comida pasó tranquila y me di cuenta de que Stan y yo teníamos mucho en común y que nos llevábamos genial. Entre tanto, la parejita no paraba de intercambiar saliva de una manera tan sucia que me daba ganas de coserle la boca a la morena.
-Harry...¿Bailamos?
Asentí y me deslice de mi puesto para tomar de la mano a Stan que me llevaba a la pista de baile. Sí, él era gay y prácticamente ya todos debían saber que yo también lo era. Me tomó torpemente de la cintura y empezamos a movernos.
Miré al castaño que se había separado y miraba hacia nosotros con una expresión extraña. ¿Él se lo pasaba bien? Yo también lo haría. Era poco más de la medianoche y no había bebido mucho pero lo suficiente porque a esas alturas de la noche no me importaba nada.
-Cuentame cosas tuyas Stu. ¿Porque te mudaste?-dije bailando, rezando para no pisarle ningún pie
-Básicamente porque días antes les dije a mis amigos lo que era y no se lo tomaron muy bien.
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El Intercambio~Larry Stylinson
FanficINTRODUCCIÓN Un intercambio. Un intercambio normal y corriente es lo que Harry pensaba que haría. Todo cambia el día que conoce a Louis Tomlinson y su vida da un giro de 360°. Pero Harry guarda un secreto que no puede confesar y cuando se descubra...