Capítulo 15

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La tarde había acabado, dando paso con ella a la noche. Yo ya tenía intención de ir a llamar a un repartidor de pizza pero Louis tenía otros planes.

-Ve a cambiarte, te llevaré a un sitio.

Reí y subí mientras él me esperaba. ¿Qué tendría que ponerme? Porque no era una cita ¿O sí? Quería vestir casual pero formal a la vez. Enterré mi cara en el armario en busca de algo decente. Decidí coger una camisa negra con corazones blancos, mis jeans negros y unas botas negras. Le quise dar un aire diferente a mi pelo y me lo peiné hacia atrás con ayuda de un poco de agua y gel. Agarré una gabardina también negra que me habían regalado hacía tiempo y que nunca me había puesto.

Cuando bajé él se me quedó mirando boquiabierto y me sonrojé ferozmente. El ojiazul también se había cambiado por una chaqueta gris elegante con una camisa blanca. Me tendió su brazo como si de un caballero se tratase y lo acepté gratamente.

-Va usted muy guapo señorito Styles.

Reí al ver que hablaba en tercera persona y le seguí el juego.

-Lo mismo digo¿Podría usted decirme adonde vamos?

-Al 17 Black

Había oído hablar de ese restaurante, frecuentado con gente de alto nivel y de mucho dinero.

-¿No se arruinará usted?-pregunté cauteloso.

-Harry.-me llamó, esta vez por mi nombre- a mi familia le sobra el dinero y no me importa gastarlo en nosotros. Solo relajate y disfruta ¿Si?

Fue a besarme pero me tapé la boca con una mano. Dejé que una carcajada escapara por entre mis dedos.

-Es usted muy lanzado y atrevido señorito. Tendrá que ganarse mi beso si es lo que desea.

-Entonces lo haré.

Un taxi paró enfrente nuestro y me deslicé dentro, seguido del castaño que dio la dirección del restaurante al chófer. Miré a través de la ventana maravillado de la ciudad que estaba cubierta de una capa espolvoreada de nieve. Louis pagó al taxista y paramos delante del lugar.

Un camarero nos atendió y tras acompañarnos a una mesa apartada de  las demás, nos quitó los abrigos que traíamos para colgarlos. Otro nos trajo los menús y nos escribió las órdenes.

-Wow, esto es increíble.-murmuré observando el entorno.

El ojiazul tomó mi mano por encima de la mesa y me la acarició. La aparté asustado por si alguien había visto el gesto.

-No te preocupes Hazza, nadie dirá nada.

-¿Como lo sabes?

-Hay más

Mis labios articularon ¿Más? Pero las palabras nunca salieron. De primera vista podías ver que era un lugar normal pero más atentamente pude fijarme que unas mesas más allá habían dos chicas juntas y atrás nuestro una pareja de chicos.

-Elegí este sitio porque es libre y no importa como seas.¿Ves?

Besó mi mejilla y me ruboricé pero nadie nos miró mal, tan solo continuaron comiendo sin prestarnos atención.

-Podemos ser nosotros mismos.

Mis ojos brillaban de la emoción y clavé mis orbes en los suyos. Dos colores distintos encontrándose. Azul y verde, verde y azul. Verde azulado, azul verdoso.

-Te quiero.

-Yo más.

Fui a replicarle pero nuestros pedidos llegaron y hambrientos, nos pusimos a comer. Yo terminé antes y crucé los cubiertos encima del plato. Apoyé mi mejilla en mi puño, observando cada uno de los movimientos que hacía. Se limpió con una servilleta con el logo del restaurante, la cabeza de un ciervo y el nombre debajo.

El Intercambio~Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora