Jamas pasara (OMEGAVERSE)

capitulo V

Narrador

Ninguno de los Omega podía creer lo que  veía, se suponía que su amiga había dicho que irán a una fiesta, ella en ningún momento había dicho que era una discoteca de mala muerte en donde habían alfas teniendo sexo con betas, ninguno de ellos espero que su amiga la cual se casará con un multimillonario los había traído a esa porquería en la que solos sus jefes vendrían para buscar zorras.

Atsuya: no lo puedo creer - dijo aquel Omega tratando de bajar la falda de su vestido ya que los alfas lo miraban como si fueran unos pedazos de carne los cuales pueden comer sin pedir permiso.

Aki: vamos chicos no está tan mal este lugar era mi escape para bailar y nunca tuve problemas con mi prometido Logan - dijo la chica mirando a sus amigos los cuales estaban dudosos de entrar por completo al establecimiento.

Kido: está bien ya estamos aquí no veo el porque no podemos bailar - este chico siguio a su amiga hasta llegar a la entrada del lugar en donde los dejaron pasar con tan solo verla, al estar dentro se dieron cuenta de que si afuera era un caos entre sexo, drogas y zorras adentro era peor. - creo que me arrepiento justamente ahora - estaba a punto de salir cuando fue tomado de la mano por su amiga.

Midoricawa: aki creo que mejor nos vamos mañana tenemos que...- este pensaba de forma descarada una excusa para poder irse de aquel infernal lugar, que apestaba a baño público.

Aki: no chicos no sean tan amargados si ustedes siguen así quedarán sacando copias por el resto de su vida, mientras que sus jefes estarán más casados, con herederos a los cuales ustedes servirán y serán solterones viviendo juntos y vírgenes - al decir eso algo dentro de los omegas se encendió y decidieron que seguirían a su amiga así eso significara el fin de ellos mismos. Caminaron detrás de su amiga la cual llegó hasta la barra en donde había un chico de cabellos azules, alto, moreno, de ojos negros, el cual servía los tragos. -  Oro podrías darnos unos buenos tragos cargados - dijo la chica con una sonrisa.

Oro: como gustes aki, ¿ellos son de los que me hablaste? - pregunto al ver los sexys omegas que la acompañan - ¿quieres que ponga la pista de  música que trajiste ayer? - a lo que la chica asintió de forma frenética. - okey le diré al Dj - le entregó a los chicos unas bebidas que parecían de color verde y se dio media vuelta para ir a hablar con el Dj.

Shirou: de que hablaba ese tipo aki - pregunto el de cabellos plateados el cual se veía intimidado con la mirada de un beta que tenía a su lado que tenía cara de drogado.

Sakuma: de que pista habla ese tal oro será mejor que te explique ahora - dijo serio un chico de cabellos azules mientras veía aquel trago de color verde.

Tachimukai: además que cosa es esto - dijo viendo con asco al trago el cual emanaba un fuerte olor alcohol.

Kazemaru: será mejor que hables de una buenas vez o nos iremos y no importa si le sirvo a dos generaciones de los endo - hablo con una mirada seria a su amiga la cual suspiro, pero ella desvío su mirada a oro el cual le hacía una señal de que la música sonaría.

Aki: primero le traje ayer una pista de las mejores pistas para bailar, en tercera este es un muy buen trago que los hará relajarse lo único malo es que deja que tu olor se intensifique pero no se preocupen aquí hay un excelente sistema de seguridad que no se les acerquen, y en tercera bailaremos  como nunca hoy - hablo sería tomando el trago que le habían puesto en su mano

Sakuma: saben que yo le entro amiga - dijo este tomando el trago al igual que su amiga, todos al ver la decisión de sakuma tomaron el trago y lo tomaron de un tirón pero en ese momento algo en sus cuerpos se liberó dejando expuesto y más fuerte su delicioso olor.

En otra parte del club o mejor dicho en una sala vip, estaban siete alfas los cuales se besaban con sus acompañantes betas las cuales gemían sin parar mientras eran tocadas de forma descarada, pero algo pasó un olor que les llamo la atención y sin delicadeza cada uno de detuvo.

Endo:¿que ese aroma tan fuerte? - aquel Alfa había detectado un olor a frezas con leche que era demasiado fuerte, sin importar las quejas de la beta se levantó. - chicos lo huelen - dijo al ver como los demás hacían lo mismo.

Terumi: es raro será que alguien acaba de entrar en celo - este había detectado un olor de flores de algodón. Era sumamente delicioso a su parecer claro que no le diría a nadie lo que sentía - largo de aquí - dijo a la beta que estaba con el.

Fudo: tu también sal de aquí zorra - había hecho a un lado a la beta que le estaba haciendo sexo oral, pero la verdad es que un olor de vainilla lo había deleitado.

Goenji: menta - dijo saliendo poniéndose su camisa la cual había sido desabotonada por la beta que se ponía su ropa interior y salía molesta del lugar puesto que ni siquiera fue tocada por el aquel bello Alfa. - de donde vienen - les pregunto a sus amigos.

Genda: no se pero ese olor a rosas es muy fastidioso - dijo con una cara de mal humor. - ese maldito olor me quito las ganas - todos lo miraron con una ceja alzada pues sabían de ante mano que era una vil mentira.

Hiroto: ese olor a chocolate me está sacando de quicio - se levantó molesto dirigiéndose al cristal en donde pudo visualizar a una gran multitud viendo algo pero lo que le llamó la atención fue que la mayoría eran betas y alfas que veían con lujuria aquel espectáculo. - será mejor que vengan a ver esto - dijo haciendo que sus amigos lo siguieran.

Tsunami: ese olor debe venir de ese lugar - el miro a sus amigos los cuales asintieron, salieron de ahí corriendo.

Las personas se atravesaban y no los dejaban pasar los alfas estaban enojados, el olor se hacía cada vez más fuerte y más delicioso, estaban enojados por el simple hecho de que otros aspirarán aquel delicioso aroma.

Los alfas: ese...es...mi...asistente..- todos abrieron los ojos como platos al ver bailar de forma sensual en aquella pista de baile a los que han sido siempre sus fieles secretarios.

Cuando tú Alfa interior siente la esencia de su destinado querrán estar cerca de él.

Esas palabras retumbaron en las cabezas de esos alfas idiotas, y al entender de lo que se trataba aquella señal se fueron acompañados por otras parejas dejando en aquella pista a los que el destino declaró como suyos.

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