-Solo déjame arreglar esto pequeño detalle de aquí y estarás lista-dijo Allura, colocando un flor blanca en su cabello y tratando que se quedara allí.Pidge suspiró por séptima vez aquel día. Por alguna razón, Lance había obtenido lo que quería y uno de los planetas que salvaron de una invasión Galra decidió que debían tener una fiesta elegante en su honor. Sin embargo, la fiesta era de etiqueta y parte de la corte democrática entre los lideres de antiguos planetas importantes estarían allí. Ir con los trajes de batalla desentonaria con la elegancia del palacio de colores dorados y matices esmeraldas. Allura, con cierta emoción en los ojos, decidió que todos debían ir con trajes para la ocasión. Le encargó a Shiro junto con Coran que buscarán trajes en el centro especial. Pidge por un momento pensó que iría con ellos, pero Allura logró detenerla en el último segundo, alegando que ella tenía ya preparando unos cuantos vestidos vestidos alteanos que lograron perdurar a lo largo de tiempo en una boveda del castillo, en una cámara herméticamente sellada. Pidge por un momento se vio tentada a rechazar su amabilidad y encontrar algo que ponerse por sí misma, pero la mirada emocionada de Allura le impedía hacerlo. Se veía tan feliz, como si arreglarse para ocasiones importantes le trajeran recuerdos de su antigua vida.
No tuvo más opción que sentirse como una muñeca que era arreglada hasta el más mínimo detalle.
-Listo, termine-dijo Allura con una sonrisa, admirando su trabajo en el espejo de su tocador.
Pidge no había tenido el valor de mirarse hasta el momento. Fingir ser un chico, obviamente, le daba ventajas de no preocuparse mucho por su aspecto. Allura, presintiendo su inseguridad, la tomó por los hombros, en un intento de calmarla y ofrecerle seguridad.
El aroma delicioso de las juniberrys le acarició la nariz.
-Te ves bien, enserio, llamarás la atención de unos cuantos chicos en la fiesta, estoy segura-dijo con tanta convicción que Pidge casi le creyó.
-No quiero llamar la atención de nadie.
-¿Entonces qué es lo que ocurre?-indagó, queriendo saber la causa del problema.
Pidge aún no se atrevió a mirarse en el espejo, se sentía tímida y odiaba sentirse así. Pero debía ser honesta con Allura, tal vez la princesa podía ayudarle a sentirse mejor.
-Hace tiempo que no me siento como una chica. Y ahora creo que me veo como una chica y no sé cómo sentirme respecto a eso. Estuve haciéndome pasar mucho tiempo como un chico. Cuando me mire, no sé cómo vaya a sentirme-confesó.
-Te sentirás bien, tal vez, incluso te guste está versión de ti. Además seguirías siendo Pidge-Allura pasó sus manos por sus hombros, en un intento de un abrazo y colocando su mentón sobre su cabeza.
Era una muestra de afecto. Pocas veces la princesa mostraba cariño físico y no quiso rechazarlo.
De repente, se sentía más confiada.
Se dio ánimos, cerrando los ojos con fuerza cuando Allura la dirigió hacia el enorme espejo de cuerpo entero. Solo sería por una noche y por fin, se dio el valor para mirarse en el reflejo. Por un momento no se reconoció y pensó que la persona que había frente suyo era otra. Su cabello se veía más liso, arreglado, sedoso y brillante. Tenía un poco de rubor en las mejillas, sus pestañas estaban perfectamente onduladas y sus labios estaban pintados de un tenue color rosa. Debía admitir que el vestido blanco con tonos verde oliva era hermoso, el dobladillo rozando las rodillas, sencillo de llevar y que le daba la comodidad deseada.
Pensó que realmente se veía hermosa por primera vez. No como su madre le decía que lo era, sino realmente como alguien que podría llamar la atención al pasar. No es que le importara mucho llamar la atención de un chico, pero se sentía bien este tipo de cosas, como si por primera vez sintiera esa comodidad femenina que tanto deseaba.
-Me gusta-opinó, mientras se volvía hacia Allura, quien se veía feliz de haber hecho un buen trabajo.
-Me alegra que te guste, pero tenemos que irnos ya al puente, Coran y los demás paladines deben estar por llegar.
Cuando se le levantaron y marcharon lo más rápido posible—aunque con cuidado, el tacón de los zapatos era un poco difícil de llevar—, el resto del equipo ya se encontraba allí. Allura recibió los primeros cumplidos, pero cuando la vieran a ella, todo el mundo estuvo sorprendido al verla. Pidge creyó que por un momento Keith se veía más sorprendido que el resto, pero solo debía ser su imaginación.
-¿Pidge, eres tú?-preguntó Hunk, incrédulo de verla con un vestido.
-Si, soy yo, dejen de mirarme como si vieran a otra persona-bufó, cruzándose de brazos.
-¡No puedo creerlo, eres tú!-exclamó Lance, girando alrededor de ella, y de repente, comenzó a olisquear en el aire, muy cerca de suyo, para su disgusto-. ¡Incluso estás utilizando perfume! Y uno muy bueno, por cierto...
-Es perfume Alteano. Solían hacerlo con las mejores esencias de las flores de nuestro planeta—informó Coran, orgulloso de dejar en un dato, en su opinión, era muy importante tomar en cuenta.
-¡Incluso estás utilizando zapatos elegantes!-dijo cuando le inspeccionó los pies que portaban tacones blancos como marfil.
-Basta Lance, es suficiente-le apartó suavemente Shiro y Pidge lo agradeció. El hombre la miró y sonrió-Te ves muy bien, Pidge-le halagó y ella evitó ruborizarse.
-Gracias Shiro-agradeció genuinamente. Los cumplidos eran agradables, pero no le gustaba que las miradas se centraran ella por mucho tiempo-. Creo que ya es hora de ir a la fiesta. No queremos ser impuntuales y llegar tarde.
-Espero que sepas bailar Lance, Coran será mi acompañante, pero te sacaré a la pista de baile de algún modo u otro.-dijo Allura con una sonrisa divertida, casi coqueta. El paladín azul de repente se sintió nervioso, un fuerte sonrojo inundando su cara mientras poseía una bomba sonrisa en el rostro y el resto de paladines comenzó a hacer comentarios burlones al respecto.
Todos, excepto uno.
Keith siguió al grupo unos cuantos pasos atrás, escuchando las expectativas que tenían de la fiesta y lo que esperaban encontrar allí. Sin embargo, su mente dejó de estar al pendiente de la conversación cuando volvió a mirar al paladín verde. Por primera vez, sintió realmente, que ella realmente se veía muy elegante, hermosa, como su padre describiría a su madre. Claro, Pidge siempre sabia lucirse a su forma, se hacía notar con sus comentarios sarcásticos y su amor a la tecnología, pero ahora se veía diferente. Verla con aquel vestido blanco y aquel maquillaje que relucía su rostro femenino le hacían sentir de repente algo intranquilo. Y como si la hubiera llamado con el pensamiento, Pidge se giro para sorprenderlo mirándola.
Lejos de incomodarse, ella le dedicó una pequeña sonrisa.
N/A: Quería seguir la continuación de "Agua" pero solo logre escribir hasta la mitad, por lo que quizás lo publique en otra ocasión. Tenía este escrito desde hace un tiempo cuando recién comenzó a ver las temporadas uno y dos. Además que quisiera publicar todos los Drabbles & One-Shots que tengo pendientes antes que terminen las temporadas.
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★ Space and Geeks...[Kidge] ★
FanfictionColección de Drabbles & One-Shots entrelazados entre Keith y Pidge, un antes y después de la guerra. Porque entre el rojo y el verde, había algo que sucedía hace mucho tiempo bajo el escrutinio incesante de Lance en esa extraña atmósfera que compart...