Lobo cosmico

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-¿Entonces, no perseguirá la rama?-preguntó.

-El no va a hacerlo. No es un Golden Retriever, Keith-confirmó y por el tono de su voz, sonaba más como un regaño que un comentario inofensivo. Pidge acarició la piel del lobo cósmico mientras este se restregaba afectuosamente contra ella ante la mirada de sorpresa de Keith. Al parecer, Pidge no tuvo ninguna clase de problema para acercarse al lobo cósmico como Lance en un principio. El paladín azul se había vuelto protectoramente encima de Kaltenecker, alegando que no quería ver a su mascota cerca de su querida vaca.

Keith sonrió divertido un poco ante el recuerdo de hace sólo unas horas. Pidge decidió vencer todo temor inicial para dejar que el animal le olisqueara la mano y esté en cuestión de segundos, se acurrucó contra ella, como si su presencia fuera bien bienvenida.

-¿Cómo es que no te gruño a ti?-preguntó cuando la vio como le lamía la cara y la muchacha reía, sujetándose las gafas.

La saliva parecía parecer de lejos una molestia para ella.

-Bueno, ¿Qué puedo decir?. Tengo un don-presumió con aires de falsa galantería para luego soltar otra risita cuando el lobo cósmico colocó su nariz húmeda sobre la mejilla-. ¡Me encantan los animales!. Cuando solía estar en casa, en la tierra, cuando no fueran papá o Matt, pasaba el tiempo con Bae Bae-su sonrisa decayó y su rostro denotó una expresión de dolorosa nostalgia-. Lo echo de menos. Solo espero que mamá lo esté cuidando bien. No lo veo hace...mucho tiempo, en realidad-finalizó, como si hubiera reflexionado el tiempo que había estado lejos de casa.

Por alguna razón, no le gustó ver esa expresión en su cara. Eran compañeros de equipo, le importaba Pidge como un camarada más. Trato de pensar en algo para animarla, lo que fuera y observo como el lobo lo miraba con tanta atención en  los brazos de Pidge para luego girar la cabeza.

«Me está diciendo algo-pensó con determinación-. Lo sé».

El muchacho miró a otra parte, pateando una piedra del suelo estéril mientras que Pidge seguía mimando al lobo como si de un cachorro se tratase.

Sus ojos ámbar brillaron intensamente y a él le gustó eso.

-Si quieres...-comenzó torpemente y odio el propio nerviosismo en su tono de voz. No era bueno preguntando cosas como esas. Normalmente sería Shiro quien selo facilitaría-. Bueno, no tienes qué sino quieres, pero...últimamente tengo problemas para entenderme con lobo. Y como tú sabes de estás cosas, pensaba que quizás, tú podrías...

-¡Si!-contestó casi de inmediato antes que pudiera terminar. Keith parpadeo, confundido y la chica pareció darse cuenta que había sido una respuesta dicha casi de manera abrupta-. Yo...quiero decir, me encantaría-musitó, bajando la cabeza, cabizbaja, como sea hubiese sido atrapada haciendo algo vergonzoso. Detrás, oyó una risita de Lance aún recelosamente cuidando de Kaltenecker. Keith decidió ignorarlo esta vez-. Sería una buena de recuperar el tiempo perdido, ¿no crees?-dijo más para sí misma, mirando al lobo cósmico-. Además, había algo que quería decirte...

-¿Qué cosa?

-No es lobo-corrigió casi cautelosamente, entre la diversión de su próxima reacción-. Es loba-precisó.

Juro escuchar a Lance reírse a cierta distancia, porqué él también lo sabía. Pidge observó con secreta diversión como la cara del chico gesticulaba una expresión de sorpresa, como si hubiera dicho algo que no esperaba oír.

-Qué.

Bueno, ya era hora que lo supiera.





N/A: Desconozco completamente el sexo del lobo, dado que la wikia aún no lo especifica y no hay una confirmación por parte del staff, me gusta suponer que es una chica. Sin embargo, puedo equivocarme y puede que el lobo sea un chico después de todo. Aún así, pensé que sería una buena forma que Keith y Pidge tuvieran algo en común. Pidge parece adorar a los animales que encuentra y Keith puede que nunca haya tenido una mascota antes.

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