★ Space and Geeks...[Kidge] ★

Malos términos

-¿Entonces, está chica puede ayudarnos...?-preguntó intrigado mientras recorrían  los pasillos de la facultad de robótica. Aparentemente, treinta días no serian suficientes para lograr un proyecto lo suficiente bueno para que el profesor Coran los aprobara. Necesitaban algo más, un genio en el campo que pudiera hacer las cosas más fáciles y ayudarlos durante el proceso de aprendizaje.

-¡Por supuesto que si!-exclamó Lance en señal de afirmación, una sonrisa brillante en el rostro. Keith deseo creerle. Pero una C más en su expediente no le permitía tomar riesgos-. Es amiga de Hunk, se conocen desde hace un tiempo, dijo que era completamente un genio en estos de los robots y la ciencia, amigo. Tenemos una A más que asegurada-le prometió.

Su equipo, componiéndose de cinco integrantes, necesitaba ayuda extra. No era exactamente hacer trampa, pero sí una ventaja tener una mente brillante que les ayudara de vez en cuando con los puntos débiles de su robot.

Le traía recuerdos, de alguna manera, una sonrisa entusiasmada, unas gafas redondas y una coleta de caballo, paseos nocturnos en su motocicleta. Sacudió su mente en cuanto su nombre estuvo en la punta de su lengua. Él no necesitaba enfocarse en el pasado sino en el presente.

-¿Estás bien?-preguntó Lance cuando vio que la expresión de su rostro se ensombrecía. Odiaba que sus amigos pudieran leerlo tan fácilmente.

-Si, si...-se excusó, mirando hacia otro lado en medio de las áreas verdes del campus. Era media día, el sol le daba en la cara y podría cubrirse-. ¿Entonces, donde dijiste que estaba...?

¿Por qué le dolía?

Ya había pasado meses después de eso.

-Allí-señaló Lance, sin sentirse completamente seguro que no le ocurría nada. Lo conocía lo suficiente para saber que cierto asunto le estaba molestando.

Keith siguió su mirada, mirando entre él mar de estudiantes consumidos por la cafeína y horas de trabajo que se encontraban ese día en él áreas verdes. Altea era conocida por ser amable con el ambiente y formar estudiantes eruditos en tecnología. El estrés era parte de la formación. Él esperaba ver una muchacha menuda con bolsas en los ojos y que probablemente le agradaría porque cualquier amigo de Hunk era más que bienvenido. Sin embargo, sus ojos se ensancharon cuando Lance gritó algo, alzando la mano en saludo hacia esa figura exacta que estaba al lado de uno de sus mejores amigos. Hunk estaba al lado de una chica-hasta ese entonces, Keith deseaba que no fuese ella-que sujetaba sus libros, llevando una camiseta sin mangas color verde y pantalones blancos hasta las rodillas que pareció congelarse por la impresión. Ojos ámbar, cabello claro castaño y una mirada inteligente. Tres señales que le hicieron saber que definitivamente se trataba de Katie.

-Escucha, Keith-comenzó Shiro con su infinita sabiduría, una mano sobre su hombro mientras él gemía derrotado sobre la mesa del comedor. Una noche había bastado para romper una relación de tres años y no sabía porque se sentía tan vacío-.  Se que duele y a veces, no podemos evitar alejar a las personas que queremos en el camino. Pero debes superarlo y seguir adelante. Además, ¿Qué puede suceder? ¿Encontrarse de nuevo?. Tu mismo lo dijiste, sus padres piensan mudarse a Phoenix. No podemos hacer mucho por eso.

«Esto no puede estar pasando-maldijo en su mente. Los puños apretados mientras ella se detenía abrupta ante un Hunk que no percibiera su nerviosismo-. Simplemente no puede estar pasando ahora».

-¡Keith! ¡Lance!-exclamó Hunk mientras tomaba a Pidge por la espada, acercándole y sin percibir su angustia. Tan blanca como un papel. Tratando de retroceder y aquello le decía que ella no quería  este encuentro tanto como él-. Es ella de quien les hablé , Pidge dijo que podía ayudarnos, incluso estaba más que encantada porque la robótica le fascina como no tienen idea. Incluso prometió que nos acompañaría durante todo el proyecto el mes entero, ¿no es así Pidge?