★ Space and Geeks...[Kidge] ★

Fantasma

La idea de alquilar un departamento e independizarse debía sonar maravillosa.

Pero Pidge estaba aquí, atascada con un fantasma y no era la mejor de la situaciones en las que podía imaginarse a sí misma. De hecho, el peor de los casos, era, no estaba segura, contraer alguna clase de enfermedad mortal o no tener el dinero suficiente para el alquiler. Sabía que debía haber sospechado en el primer instante de lo cómodo que sonaba. Un departamento en San Francisco era un sueño imposible, pero aquí estaba y pensó que la cara del dueño, aliviado que le hubieran quitado un peso de encima era una pista para tomar en cuenta, pero no lo hizo porque estaba demasiado extasiada de obtener un departamento y vivir por primera vez lejos de su padres, de sus reglas, de la costumbre de Matt de inmiscuirse en sus asuntos o Bae Bae corriendo por todos lados, derribando sus trabajos o lanzándose encima suyo en medio de los pasillos.

No la malinterpreten, ellas los amaba, a cada uno de ellos, tenía suerte de criarse en una familia que la amara y la apoyara en todas sus decisiones, pero a veces uno sentía la necesidad de alejarse y hallarse a sí mismo en este empañado mundo de posibilidades.

Encontrarse con un fantasma no era una de ellas.

-¿Entonces, no tienes una idea como moriste?-acusó, cruzada de brazos, reflexionando sobre los últimos eventos anteriores.

Keith a miró como si estuviera bromeando o preguntando una pregunta realmente estupida.

-Oh no lo se,Pidge, tal vez, si pudiera recordarlo, lo haría y fácilmente me iría de aquí y no estarías teniendo que lidiar conmigo en primer lugar-siseó, lleno de sarcasmo, como era habitual.

-¡Bien! ¡Bien! Lo siento, no quise decir eso-se excusó, alzando las manos en defensa propia, tratando de lidiar lo mejor posible con la situación-. No es fácil para mí, todo esto es confuso y me cuesta procesarlo todo. Creo en la ciencia, no en fantasmas.

Keith bufo, molesto, como si ella lo hubiese insultado.

Bueno, tal vez tenía que tomarlo desde un ángulo diferente.

Hace semanas, comenzó a escuchar ruidos en su casa, el ligero sonido de una hoja de periódico siendo doblada, los electrodomésticos de su casas siendo encendidos, mensajes escritos en el espejo por la humedad-eso fue lo más terrorífico de todo-, ella juro que casi se le heló la sangre del cuerpo sino fuera porque su inusual residente se le ocurrió comunicarse con ella mediante notas. Al principio, fue una experiencia aterradora, la sensación que alguien vivía en su apartamento y no estaba sola. Lance y Hunk no le creyeron, pero tal vez comenzaría a hacerlo una vez que lograra arreglar esta situación.

Hasta el momento en que Keith tomó una forma más corpórea y nítida, aunque ligeramente transparente, como si fuera una imagen mal píxeleada de los trabajos que Hunk y Lance subían a su canal para muchos de sus videos en línea con una cantidad decente de suscriptores.  Podía casi pasarse por un muchacho de su edad, con la sola excepción que era condenadamente alto, tenía unas greñas que su madre jamás aprobaría ver en su hermano, una cara perfilada que Allura hubiera catalogado de atractiva sino fuera porque Pidge no quiso fijarse un poco en eso. Llevaba una chaqueta de cuero impecable, encima de una camisa gris, pantalones rasgados y tenis que lucían como si alguien los hubiera llevado toda su vida por lo desgastadas que estaban. Tenía la apariencia de un adolescente de aquellos que tienen mucho que quejarse de la vida pero no diría nada porque estaba en su actitud introvertida.

A su lado, Pidge lucía como una niña un recién salía de la escuela secundaria que no sabía cómo combina la ropa, con su simple chaqueta con estampado de alíen con la frase "Quiero creer", una camiseta verde y un par simple de pantalones manchados por los óleos de sus pinturas. Sus tenis tenían una buena pinta, pensó con un poco de consuelo, mientras se pasaba la mano por su cabello.