25

4.4K 210 19
                                    

—Pásate después de clases a mi oficina. Te quiero entregar tu regalo. Feliz cumpleaños cariño. —leí por última vez el mensaje antes de bloquear el celular y una sonrisa se me asomó en el rostro.

Alcé mi mirada a la profesora que tenía delante de mí mientras explicaba los temas que entrarán en la siguiente evaluación.

—¿Cuántos alumnos son? —preguntó con un dedo en la boca.

—Cuarenta —respondió alguien de atrás.

—Bien —sonrió. —El trabajo será en parejas, así que júntense con quien lo van a hacer, para darles el tema que les tocará.

Las parejas no tardaron en hacerse, pero yo seguía sentada a la espera de que alguien se acercara a mí para ofrecerse a hacerlo conmigo, pero no fue así. Miré a mi alrededor y la única persona que estaba en las mismas condiciones que yo, se trataba ni más ni menos de Isabella. Rodeé los ojos al suponer que me tocaría con ella. Pero nuestros orgullos fueron más fuertes así que esperamos a que la profesora se diera cuenta para que nos ordenara para hacerlo juntas.

—Me faltan dos personas —se paró adelante una vez que todos se acercaron a ella para decirles con quién van a hacer el trabajo. —Eleonor e Isabella —nos miró a ambas. —Tendrán que ser juntas —hubo un silencio súper incómodo, ya que ninguna de las dos dijo nada. —Bien, acérquense para darles su tema.

Nos paramos mirándonos, Isabella se veía bastante afligida, y yo por mi parte también. Nadie en el curso sabía de nuestro problema, del por qué que ya no nos sentabamos juntas y de nuestro alejamiento. Habían rumores, pero ninguno era cierto. Por lo menos Isabella no ha comentado lo que le dije sobre Juliane, eso me hace pensar que no es tan mala después de todo.

—Chicas —empezó a decir nuestra profesora. —El trabajo es para una semana más. Por tanto, tienen que empezar desde hoy. Su tema será: la amistad.
Genial, qué irónico—pensé.

—¿Y qué tenemos qué hacer? —preguntó Isabella y yo la miré.

—Tienen que hablar de la amistad en sí; decir por qué es importante, qué beneficios trae, etcétera. Más bien, tienen que exponer sobre esto — ambas asentimos con la cabeza.

Cuando nos volvimos para dirigirnos a nuestros puestos la profesora me llamó.

—Eleonor, espera —me giré nuevamente a su cuerpo. —Te quería desear un feliz cumpleaños —sonreí y me acerqué más a ella para abrazarla. Y en ese transcurso del abrazo mis ojos se fueron a los de Isabella que me miraba con atención. No entendía por qué me miraba tanto, ni siquiera se había acercado a saludarme. Más ahora que tenemos que trabajar juntas, nos tendríamos que poner de acuerdo en dónde nos ibamos a juntar, cuántos días a la semana, y peor aún, qué diríamos del tema que nos tocó.

       ***

Miré a todos lados antes de entrar a la oficina de Juliane, para verificar si alguien me estaba observando y también para confirmar que nadie entraría aparte de mí.

Toqué la puerta dos veces, esa era nuestra señal para darle a entender que se trataba de mí. Mi orientadora no tardó ni diez segundos en abrirme la puerta para recibirme con una gran sonrisa. Se puso a un costado para dejarme entrar y una vez que cerró la puerta se abalanzó a mis brazos.

—¡Feliz cumpleaños, amor! —me abrazó con fuerza.

—¡Gracias! —me separé de ella para besarla.

—Espera, espera —se separó de mis labios para buscar algo en los cajones del escritorio. —Esto es para ti, espero que te guste —sonrió mostrando sus dientes.

Eras, Eres y Serás Siempre Tú (COMPLETADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora