APRENDIZAJE

26 9 0
                                    

Triana

La fiesta no estuvo mal.
Sin contar que Evan me había pedido lo imposible, así que, lo daba por perdido como a todos.
Sentía que mi corazón se estaba ablandando poco a poco.

—buenos días, perra

—buenos días, conejito, figuraba que ayer se había quedado a dormir junto a ti, tu amante—me sonrió picaramente

—como buen amante que es se fue al amanecer

—hum que misterioso—saqué el colacao y eché una buena cucharada en un vaso

—eee eeee, gocha que nos quedamos sin los polvitos mágicos—me quitó el bote bruscamente

—es mi casa, mi dinero, mis polvitos

—si lo hago para chincharte, prima. En el fondo te quiero

—y yo a ti, gilipollas—le abracé

—uy, tengo miedo, me has dicho que me quieres y luego me has abrazado—me midió la fiebre—quizá estás mala

—no he dicho las dos palabras, que yo sepa 'y yo a ti' no significa nada

—depende del contexto

—que yo sepa no hay contexto—sonreí

—que tú sepas jajajajaja, si tú no sabes nada, anda—el timbre sonó y con un pan en la boca fui a abrir

—reunión familiar—entró Luke sin ningún tipo de permiso por mi parte

—¿qué coño haces aquí? —dije entre borde y divertida

—trabajo, no todos nos lo pasamos tan bien como tú

—pero si apenas trabajas

—si trabajo, es cuestión de calidad no de cantidad— la frase le había quedado muy filosófica la verdad—Marie me ha dicho que os haga fotos a ti y a Blair

—o vamos, una sesión de fotos no, las odio

—sólo sigo órdenes, lo siento si te molesto—dijo lamentándose—por cierto, ¿cómo andas de tu costado?

—bien, gracias. Ya puedes parar de preguntarlo. Si no me he desangrado aún, ya no lo haré—él me sonrió

—si este chico es un amor—se interpuso Millan

—a ti te parece que está bueno, que es otra cosa

—eso también—comenzó a ponerse rojo y yo no paraba de reírme de él. Aunque el inútil de Luke probablemente no se enterase que a mi primo le iban los tíos.

—eooo aún estoy aquí

—lo sé, vámonos a la sesión antes de que Marie se enfade. Esa vieja da mucho miedo cuando quiere.

Fui a mi habitación a cambiarme y dejé a los otros dos individuos abajo.
Me daba miedo lo que pudiera salir de allí.
Menos mal que tenía la certeza de que Luke era hetero.

Abrí el armario para sacar mi croptop deportivo y mi pantalón extracorto de batallas.
Al ir a cerrar el armario algo me lo impidió.
Cogí el objeto entre mis manos. El casco que le habia dado a Evan cuando le llevé en mi moto.

—lo siento, de verdad, a veces soy muy infantil—me acerqué a él

—Triana, no estoy enfadado, te perdono—yo di saltos de alegría. Pero en mi cabeza obviamente—con una condición

—claro, pide lo que quieras—asentí convencida

—me tienes que decir lo que me quieres, lo que te importo, ya sabes—un unicornio azul sería más fácil de ver que escucharme a mí decirle algo bonito y cursi a alguien

Desde que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora