ESTO ES RESACA

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Triana

Mínimamente me sentía como la peor de las mierdas en este momento. Pero tener a una de las niñas entre mis brazos me serenaba.
Mi respiración levemente agitada por la llantina que me había pegado, se acompasaba con la de las bebés.

Luego las sentamos en sus sillitas y Luke me miró a los ojos.

—me siento capacitada para conducir, quiero que veas a tu hermana. No podemos hacer nada por los muertos, pero siempre podremos hacer algo por los vivos—asintió conformé y puse la radio bajita.

La carretera se me hizo fácil aunque un poco larga de más y en nada estábamos en el apartamento de Luke.
Desde que salimos del coche, él me llevaba arropada por su chaqueta y mantenía un abrazo fuerte pero no mucho para dejarme mi espacio.
Al entrar este encendió las luces y observó todo, buscando a las adolescentes.

—apaga eso, imbécil—dijeron con voz ronca.
Parecía uno de esos drogatas que compran hierba en la esquina.
La mejor amiga de Naima estaba en el sofá tirada, arropada y con un barreño al lado, me imaginó que lo habrían dejado por sí potaba.

—por el amor de dios, Arlet—dijo Luke mirandola muy de cerca—estás super borracha—yo estaba un poco apartada. No me veía capacitada para relacionarme con ningún ser humano aún.

Me dolía la cabeza, la tripa, todo. Y lo peor era que no se podía solucionar, no tenía ninguna clase de arreglo.

—hola—me saludó Naima con una sonrisa torcida.

—hey—dije desganada. Aunque no estuviera bien, con ella debía ser amable y calmada—¿cómo fue la fiesta? —negó un par de veces

—un desastre, excepto por esto—un chico alto y guapo apareció por la puerta—se llama Marcos, seguí el consejo de Luke y he dejado a mi novio por él—abrí los ojos sorprendida.
No me imaginaba a Luke dando consejos de amor y romances y esas cosas—Arlet se emborrachó casi nada más llegar y ha acabado, mal, fatal.

—lo que tiene ella es resaca y lo demás son tonterías—di dos besos al chico y abracé a Naima—si subís a la habitación rápidamente, finges que estás dormida y duermes con él. No me voy a chivar—la guiñé un ojo y comencé a subir las escaleras apresuradamente.

—tú, ¿todo bien? Parece como si se te hubiera corrido el rimel por toda la cara—yo me detuve en el segundo escalón, negué y seguí subiendo. Una vez arriba la lancé un beso de buenas noches y la indiqué que subiera a su habitación.

—Naima está dormida—grité cuando vi que la puerta de esta se cerraba—acabo de entrar a su habitación y dormía plácidamente

—pues como este como esta me la cargo—negó Luke enfadado

—no lo creo—entré a "mí" dormitorio, cerré la puerta y me dejé caer en la cama.
Buenas noches, papá.
Pensé mirando el techo con una sonrisa fingida, que le dedique a él. Al menos ahora sabía dónde debía derigir mi vista para desearle las buenas noches.

*****

—¿es un poco pronto para quedar no? —me dijo Evan al salir de su casa adormilado.
Estábamos en plena madrugada, pero llevaba días queriendo hacer una cosa y para continuar con mi vida debía hacerla cuanto antes.

—Evan, lo siento—él me paró con la mano y me sonrió.

—después de un "lo siento" siempre viene una mala noticia—suspiró y se sentó en los tres escalones que llevaban a la puerta  principal de su casa.

—sé que ha sido una relación de mierda, pero ambos sabíamos que no iba a dar para más—sonrió y me abrazó.

—tranquila, me lo esperaba. Llevas tiempo con el periodista que no paras, en alguna ha caído—yo negué con una sonrisa algo fingida.

Desde que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora