Luke
Sí, estaba loco tal y como había dicho Triana. Sinceramente no sabía ni en lo que estaba pensando cuando tomé la decisión de escaparme de mi propia fiesta de pedida.
—tú que conoces a Evan, ¿dónde podría estar?
—¿qué yo le conozco?—me preguntó—si apenas llevamos tiempo juntos
—y sabes quién podría darnos una pista
[Llamada entrante]
—¿Luke?
—hola cielo, ¿cómo estás? —dije amablemente
—¿se puede saber dónde estás?
—mmm, fui a buscar a Evan—respiró del otro lado de la línea
—¿y se puede saber la razón?
—no vino a la fiesta
—mi hermano tampoco, ya que vas, búscalo
—claro Mónica, chao—colgué y miré a Triana
—¿malas noticias?
—sólo que debemos buscar a otro amigo por el camino—suspiró
—¿qué clase de amigo? Ya tengo a un gay en la familia y tú estás a punto de casarte... Pero siempre he dudado en sí eras gay—yo la miré con una sonrisita tonta
—ja ja ja, muy graciosilla
—pues sí—mientras caminaba tropecé con una piedrecita y caí casi encima suya. Con el gesto acabé por abrazarla por detrás—¿qué haces? —dijo apartándose
—casi me caigo
—ese no es mi problema, no te vuelvas a acercar tanto —se cruzó de brazos mirándome expectante.
Al menos había sido amable.Sus ojos eran bonitos y muy claritos.
Me había fijado que cambiaban de color de vez en cuando y llegaban a verde e incluso a gris.
Era muy guapa.
Si no la conociera y la viera por la calle pensaría automáticamente que pertenecía al mundo del modelage.
Lo que más me gustaba era que a veces se sonrojaba por vergüenza y ese color en sus mejillas, mezclado con sus pequeños hoyuelos al sonreir, eran sin duda una de las siete maravillas del mundo.—creo que ya sé dónde está—dijo sacandome de mis pensamientos.
Se lo agradezco porque empezaba a pensar cosas que no debería.
Me iba a casar con Mónica, era lo que yo quería.
Ella estaba embarazada, debía casarme con ella, me gustaba.
Esa pelirroja se había ganado mi corazón en aquel entonces.A partir de ahí desvié la atención de mis pensamientos y tan solo me dediqué a caminar a su lado muy seguido.
Se paró al llegar a un gran chalet, pero parecía desubicada como si fuera la primera vez que iba a aquel sitio—¡Evan! —gritó llamando al timbre varias veces
—quizá no deberías gritar—dije y la puerta se abrió dejando ver a un chico de ojos azules.
—eres el puto amo, Evan. Has traído a una prostituta, que por cierto, está tribuena, no sabía que había tan buen servicio—dijo acercándose a Triana—y un cowboy, ¿eres gay? Tío, no me jodas que te gustan los tíos, eso es asqueroso—tomó de la mano a la luchadora—tú ven conmigo hermosa y tú vete—me señaló—Ahora si me disculpas mi mejor amigo está a punto de dejar de ser virgen con esta princesa
—¿quién es?—se acercó a la puerta Evan.
Llevaba el pelo desordenado y el torso desnudo.
Me preguntaba que manía tenían los tíos de ir así. Si yo me quedase sin camiseta, lejos de llamar la atención, daría risa.
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Desde que te vi
Ficção AdolescenteA Triana la dijeron de pequeña que si juegas con fuego te quemas y a Luke que si te metes en medio de una pelea clandestina acabas con un puñetazo en la cara. Un periodista, estudioso, responsable. Una choni, bruta, loca y con una empatia que roza e...