XVII

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Tomás.

Me desperté sin tener ni la más puta idea de donde estaba. Mire al lado mio y estaba Romina, durmiendo.

Me levante apurado y puteando en voz baja. No puedo cagarla así, menos ahora que Iñaki ya se encariñó con ella.

- Deja de putear, me duele la cabeza - Me dijo Romina y se sentó en la cama - No pasó absolutamente nada, solo un beso y después casi te desmayas de lo drogado que estabas.

- ¿Yo te bese? - Le pregunté, gracias s dios solo fue eso.

- Y si, igual no te hagas drama - Agarro su celular y sus zapatos mientras se levantaba - Yo ya se cual es mi lugar aca, soy la niñera/mamá de Iñaki y ya.

Dijo eso y salió de la pieza sin hacerse ningun problema, mientras yo me sentia culpable y con ganas de pegarme un tiro en la sien.

Me bañé lo más rapido que pude y salí para lo de Neo, Joaquin, Alejo o Mauro. Necesitaba quedarme en la casa de alguno de ellos y drogarme hasta olvidarme la cagada que me mande.

Llegue a la casa de Neo y me puteo en todos los idiomas por despertarlo.

- Ahora decime que carajo te paso - Me dijo tirandose en el sillon.

- Necesito drogarme hasta morir - Le respondí imitando su acción.

- Primero: no te podes morir porque tenes un hijo - Dijo mirandome - Segundo: son las once de la mañana y ya te queres drogar, estas mal.

Se fue a la cocina y lo seguí, me ofreció café, acepte y me sente en la mesada.

- Anoche le comí la boca a Romina - Le dije mientras me pasaba las manos por la cara.

- Ya se gato, si yo estaba - ¿Tan mal estaba que no me acuerdo ni de eso? - Aparte nosotros te dijimos que lo hagas.

- Son unos hijos de puta, los tres - Le dije pegándole en el hombro - ¿Cómo se supone que tengo que mirar yo a Romina ahora?

- Como la miraste desde que llego amigo, con ganas de pegarle una buena garchada - Me pasó una taza de café y yo lo mire mal - ¿Ella te dijo algo?

- Que estaba todo bien, que ella sabia que su lugar era como niñera de Iñaki - Le respondí.

- Y bueno - Dijo él y se fue al living, lo seguí - Igual eso no le impidió seguirte el chape eh.

- ¿Me lo siguio? - Le pregunté, él asintió con la cabeza - Joya

- ¿Y ahora que se te esta pasando por esa cabecita? - Preguntó. Yo sólo le guiñe el ojo.

Por suerte me conoce bien.

Madre sustituta ; c.r.oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora