Madre sustituta ; c.r.o

XXV

Tomás.

- Y bueno, nos pusimos de novios - Termine de contarles todo a los chicos, mientras estabamos en el estudio.

- Soy un peloudo - Dijo Alejo y soltó una carcajada - Perdóname amigo.

- Y con el tema de Iñaki y la tenencia ¿Qué vas a hacer? - Preguntó Neo.

- Gonzalo me dijo que Romina tiene que declarar - Me reí - Bueno en realidad tiene que mentir y hacerme quedar como buen padre desde el princípio.

Ellos se rieron. Me ofrecieron porro y lo pensé. Terminé diciendo que no. Si quería tener a Iñaki conmigo tenia que dejar un poco eso.

Me despedí de los chicos y me fui.

Pase por un supermercado a comprar unas cosas que hacian falta para la comida.

Cuando salí ví que habia empezado a llover. Me moje todo hasta que llegue al auto.

Llegue al departamento y no habia nadie. Mire la hora y me di cuenta que Romina seguro estaba yendo a buscar a Iñaki.

Me meti a bañar y cuando salí Iñaki estaba llorando a upa de Romina.

- ¿Qué le paso? - Pregunté acercándome.

- No se, se esta enfermando capaz - Me dijo Romi.

Nos acostamos los tres juntos y en un rato Iñaki ya estaba dormido.

- Creo que tenia sueño solamente - Le dije.

- Vino Gonzalo hoy a la mañana - Me dijo ella saliendo de la pieza. La seguí - Me dijo todo lo que tengo que decir.

- Si no queres mentir, no te voy a obligar - Le contesté agarrandola del brazo para que me mirará.

- ¿Donde estubieron los abuelos de Iñaki? - Me pregunto séria.

- No los dejo verlo - Ella me miró sorprendida - Hace un año y medio siempre venian, un dia los deje que vinieran a verlo cuando estaba mi hermana, le pidieron permiso para llevarlo a una plaza y cuando volví yo habian pasado dos horas. Los llamé para que lo trajeran porque era de noche, aunque no le diera mucha bola era chiquito y tenia que dormir en su casa. Nunca contestaron.

Romina solo me miraba, tapándose la boca con las dos manos.

- No vi a Iñaki por una semana, hasta que unos amigos me dijeron haber visto a un nene igual a él llorando y con una mujer muy adulta en Entre Rios - Seguí contándole mientras nos sentábamos en el sillón - Llegue hasta ahí con mi hermana, ella no se fue de mi casa porque se sentía culpable. Preguntamos por todos lados mostrando fotos, hasta que me encontre con mi amigo y me llevo hasta el lugar donde lo habia visto - Ella asintió con la cabeza - Lo encontre a tres cuadras de ahí. Iñaki no queria estar con ellos y tenia un yeso en el brazo. No hice la denuncia ni nada porque yo vivía drogado y me lo iban a sacar a mi.

Sentí alivio al decirle eso. Nadie a parte de mi hermana y yo sabíamos eso, ni siquiera mi mamá.

- Te entiendo - Dijo ella y me abrazo, con más fuerza de la normal - Voy a decir lo que me dijo Gonzalo.