Madre sustituta ; c.r.o

XXIX

Romina.

Pasó una hora. Nos llamaron para dar la sentencia. Tomás estaba palido.

- Va a estar todo bien - Dije dandole la mano. Él apretó mi mano y asintió con la cabeza. Nos soltamos y salimos.

Nos paramos al lado de la abogada. Corrí un poco a Tomás y me paré entre médio de los dos, no le tenia mucha confianza a la loca.

- Por la edad del menor, tiene que vivir con sus padres, en este caso, con el padre - Dijo el Juez - Veo al señor Campos muy... - Lo miro de arriba a abajo - Responsable. Así que no tengo razones para quitarle la tutela.

Los abuelos de Iñaki empezaron a quejarse desde su lugar.

- En cuanto a los demandantes, van a tener una órden de alejamiento - Con Tomás nos miramos - Y que agradezcan que por su avanzada edad no los meto a la cárcel por el secuestro de un menor.

Y así terminó el juicio. Salimos de ahí y esperamos a que trajeran a Iñaki. Cuando lo vimos salimos los dos corriendo, Iñaki nos abrazo y se quedo a upa de su papá.

Volvimos al departamento y empecé a cocinar. Tomás se fue un rato a la casa de Alejo.

Una vez lista la comida llame al celular de Tomás. Me contestó una chica. Pregunté quien era y la voz de Tomás gritando me hizo cortar.

Decidí no pensar mal y no lo volví a llamar.

Llego de madrugada. Drogado y empedo. Ni siquiera me hablo, solo se acostó a dormir.

Cuando me levante para llevar a Iñaki al jardín, Tomás no estaba.

Fui a comprarme ropa y a pasear con Gabi. Llame al celular de Tomás y no me contesto.

Retire a Iñaki del jardín y fuimos a la plaza con Luli y Uriel.

- Mami, mami - Iñaki vino corriendo. Sonreí al escuchar como me llamo - Allá esta papá.

Iñaki me señalo a un chico con capucha, por la forma de vertir y el mechón de pelo verde pude saber que era Tomás. Me levante y le hice upa a Iñaki para irlo a buscar.

Me quede quieta cuando vi como una chica se acercaba a Tomás y lo saludaba con un beso en la boca. Tomás le dió la mano y se subieron a su auto.

Volvimos a casa con Iñaki. Él me pregunto quien era esa chica y por que habia besado a su papá. No supe contestarle, porque ni yo sabia que contestarme a mí misma.

Luli me dejaba mensajes, preguntandome como estába, pero decidí ignorarlos.