Capitulo 3

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-No puede ser, son las 13:15 ¿y aun no despierta? – dijo irritado , pues no había visto a _______ desde que había despertado - Ok 13:30,  ya basta la voy a despertar - con pasos largos se dirigió a la habitación de _____, pero se llevo una sorpresa al ver que ella no estaba ahí, y su cama estaba hecha.

Se dirigió a la cocina a buscarla, pero no la encontró ahí, fue a la sala, y tampoco estaba ahí, se dirigió a la puerta de la calle por si había decidió ir a sentarse ahí nuevamente, y tal como sonaba, fue una estúpida idea, pues tampoco estaba ahí. Estaba comenzando a ponerse nervioso.

-Maldición, un día y ya la perdí – sacó su teléfono para llamarla y salió al jardín trasero, necesitaba algo de aire.

Para su sorpresa la encontró ahí, sentada en el pasto y recargada en el árbol más grande, leyendo un libro, se veía realmente atrapada en el.

-¡_______! – gritó para que lo escuchara, las palabras normales no la sacaban de su trance.

Alzó la cabeza, y clavó su vista en él , y por un momento se quedo congelado, no recordaba que luciera así ayer, ¿su piel era tan blanca? Parecía nieve pura, sus mejillas estaban sonrosadas, así que ese era su color natural, y sus ojos, si bien sus ojos eran más grandes por ser occidental, los suyos lo eran aún más, tenían bonita forma y sus pestañas eran largas, y sus labios, eran muy bonitos , parecía una muñeca sacada de un cuento.

-¡De terror! – se corrigió a sí mismo cuando se dio cuenta en lo que estaba pensando.

-¿Qué? – pregunto ____ confundida.

-Eh, nada, que si lees un cuento de terror – intentó rescatar lo que había dicho.

-Ah, eso, no, no es de terror, es... -Nuevamente interrumpida.

-Ah ya veo- contestó para nada interesado- y has estado aquí desde ¿qué hora?

-Bueno, desperté a las 7 y pensé que estabas despierto, así que fui a tu habitación, pero estabas dormido, y aproveche para darme un baño, no conocía bien la casa, así que di un recorrido para ver lo que tenía que limpiar, y llegue aquí, tienes una casa muy bonita, Wonsik.

-Gracias, ¿y después?

-Pues llevaba mi libro y me senté unos minutos, ¿por qué?, ¿qué hora es?

-Cuarto para las dos.

-¿¡Que!? ¿De verdad? – Preguntó sorprendida – lo siento solo me iba a sentar 20 minutos. 

-Está bien, ¿has desayunado?

-No, aun no, estaba esperándote.

-Bien, vayamos entonces.

Se dirigieron los dos al comedor y se sentaron, _____ miró sonriente a Wonsik, y él la miraba como si esperara algo.

-¿Qué pasa? – preguntó _____.

-¿Qué vamos a desayunar?

-No lo sé, eso mismo te iba a preguntar.

-¿Qué harás _____? 

-¿Qué haré de qué? ... Oh, espera, ¿quieres decir que yo tengo cocinar?

-No sabes ¿verdad? – ahí estaba ese tono prepotente de nuevo.

-Claro que sé cocinar – mentira – es solo que.... No creo que tú quieras comer eso – verdad.

-Y ¿qué sería eso? – preguntó desafiante.

-Sería... Sería... – bajó la mirada y sus mejillas se pusieron rosadas.

-______, ¿sabes hacer kimbap?

Snow WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora