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capítulo tres; “me gustas...”
caminamos por la vereda mojada despacio y en silencio, quería mirarlo pero no quería ser muy obvia.
enzo iba caminando con su vista en el piso y sus manos en el bolsillo.
—¿queres tomar algo? —rompió el silencio.
rápidamente lo mire, sonreí y asentí. caminábamos un poco más y encontramos un kiosko abierto. aproveché para sacar mi celular mientras él compraba, revisé mis mensajes y tenía preguntas de como “¿donde fuiste? ¿donde estás? ¿estas bien?” ignoro completamente eso y le escribi a milagros claro.
“dormi en la pieza de lucas por favor. después te cuento...”
por algo era mi mejor amiga. contesto con un “me contas después.”
—¿esta bien estás? —enzo me mostró las latitas de cervezas. precisamente, tres, asentí y salimos del local.
saque mi billetera para darle la plata, obviamente no iba a dejar que pagué, me chupaba un huevo eso de hombre invita.
—¿que haces?
no lo hago caso y le extendí la plata. el nego y con esa mano cambió la bolsa con las cervezas.
—dale. no te voy a dejar que pagues.
—¿por qué? esta bien, en serio.
le quede mirando y me resigne, ante su mirada pero sabía que me iba amañar para darle la plata en el hotel.
media cuadra antes de llegar a mi hotel empezo a lloviznar algo fuerte, entonces empecé a correr, enzo lo hacía detrás mí.
—¿donde exactamente vamos? —se río enzo.
no le hice caso y me frene en la entrada del hotel para mirarlo. él observó todo.
—me hospedó acá. —me encogí de hombros.
su cara cambió y se puso serio, mira nuevamente al hotel parado sin reaccionar.
no lo entendía.
—¿no queres entrar? —pregunte con miedo.
no respondió.
y de repente la alegría que tenía por pasar un rato con él y conocerlo se fue. enzo estaba a nada de arrepentirse e irse, era una sensación extraña, podía decir que sí el se iba, mis esperanzas de conocerlo pero si el pasaba el lobby conmigo no se que podía pasar, no era tonta, él tampoco, por algo lo dudaba mucho.
