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capítulo cuatro

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capítulo cuatro.
“sastisfecha”

sabía que pasé lo que pasé después de esto, no me importaba, siempre iba a decir que esta fue mi mejor noche, lo era.

parecía como sí todo se acomodará a esto, el lugar, la lluvia, que parecía querer parar pero, seguía lloviendo esta vez fuerte y todo parecía ser más especial, es decir era enzo, enzo perez.

no podía dejar de mirarlo, me tenía totalmente hipnotizada. sus movimientos no eran rápidos, pero sí lentos y profundos, su cara se contraía completamente, como yo lo estaba.

también estaba algo impresionada por la forma en que lo hacía, estuve con muchos y siempre iban directo a lo mismo, rápido duro y no le importaban sí te hacían llegar al clímax, lo normal, en cambió en lo poquito que me daba cuenta el no era asi, en cambió es como si quisiera ser delicado conmigo, tal vez esto lo hacía diferente, obviamente enzo sí era un hombre.

tenía mis manos tocando su hombro mientras el cada tanto se juntaba un poco para poder besarme en los labios, hombros y pechos, no decía una palabra, tampoco lo dije yo, generalmente siempre digo que vaya más fuerte o querer escuchar que me digan cosas lindas, pero con enzo solo tenerlo encima mío era suficiente.

supe que iba a terminar porque su respiración se hacía más entre cortada y ciertamente yo ya estaba satisfecha.

me aferré a su hombro y fue cuando el se tumbó del todo a mi cuerpo y empezo a respirarme más en el oido y soltando unos gemidos que me volvieron más loca.

y no pude evitarlo. se lo dije.

—me volves loca —grite en mi último gemido. eso fue suficiente y lo hizo, se vino.

terminó de acostarse sobre mí, su pecho subía y bajaba. escuché como soltó una risa ahogada.

nos quedábamos en silenció unos minutos donde mi mano derecha subió y acariciaba su cabeza, la respiración de el volvió a la normalidad como la mía.

casi pensé que se había dormido, hasta que movió su cabeza y beso mi cuello.

y entonces se levantó, me corri un poco y el se ubicó alado mío.

—no quiero aplastarte. —sonrió.

me tapé con la sabana y me puse de costado para poder mirarlo a la cara y recordar cada detalle de el por mucho tiempo.

él me miraba serio sabía que estaba recorriendo mi cara también mirando cada detalles.

—tenes pequitas. —solto de repente y me tocó los cachetes.

—vos también —me reí mirando su nariz. hermoso.

él asintió sonriendo más grande lo que me hizo reír.

—sos linda. —dijo y obviamente me puse colorada por primera vez en la noche con el.

su mirada se desvío al balcón, seguía lloviendo y miró la cama vacía de alado.

—¿me dijiste que no tenías novio, cierto? —se ánimo a preguntar.

asentí y me acerqué a él, apoye mi codo izquierdo en la cama y él otro brazo lo apoyé en su pecho, sin poder aguantar bese sus labios, él hizo una leve trompita y me reí.

—mi amiga duerme ahí. —informe, el asintió.

—¿donde esta?

—con su novio. —conteste y volví a besarlo pero sentí como se tensó y no movió sus labios.

entonces supe el porque y quería aclarar y qué el no piense otra cosa sobre esto.

—me pongo un poco cariñosa después del sexo. —dije y el se rió—. así que no te asuste, tampoco te pido que seas mi novio, así que si salís ahora y no me hablas no mr voy a enojar.

entonces enzo arqueo una ceja y llevo su mano izquierda detrás de la cabeza.

—¿vos querés que te hablé? —preguntó y yo ladee la cabeza—. osea qué... ¿estas acostumbrada a hacer esto, eh? no pensaba así de vos lourdes...

sé que lo dice jodiendo porque sonríe pero se que piensa así un poco y solo quiere disimularlo.

—no, pero sí vos lo queres así esta bien.

—yo no hago esto. —dice y lame sus labios cuando siento como su otra mano me acaricia la parte baja de la espalda—. nos conocimos hoy prácticamente, me caíste muy bien, me gustaría conocerte un poco más.

—¿si? —preguntó ilusionada. enzo asiente.

tan sorpresa como todas ustedes.

entonces lo besó, el me responde y vuelve a besarme. el beso se pone intenso y cuando pienso que podemos hacerlo otra vez el corta el beso.

—¿que hora es? —pregunta, me encogí de hombros.

entonces tapándose se sienta en la cama y buscar debajo sus pantalones donde esta su celular.

—casi las tres. —suspira y empieza a buscar su boxer mientras admiro su espalda. con algunas marquitas mías de mis uñas, nada que no salga en horas.

—¿tenes que irte?

el asiente y se levanta ya con el boxer, para ponerse el pantalón.

—¿me queres dar tu número? —pregunta y me mira con una sonrisa.

—ya te di todo de mí casi, porque no darte mi número. —digo en joda y el se ríe.

busca su remera para ponerse y por último las zapatillas me pasa su teléfono y agendó mi número sin problemas.

antes de irse me dice que me va llamar y soy más que feliz solamente con eso.

también pienso en su dudoso “te llamó yo” pero no me importa, nada me puede molestar y menos si no me llama, yo estaba totalmente satisfecha con solo haber pasado una noche, esperaba que él no, para así volverme a buscar pero sí eso no pasaba mi vida iba a seguir igual. como hasta ahora... pero sabiendo que ya estuve con enzo perez.


Lies | Enzo Pérez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora