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capítulo dieciséis. “malos días”
al día siguiente del partido de ida contra racing volví a ezeiza con nada de humor.
me había levantado para el culo, por lo que era un día de mierda, más recordando que ponzio había sido expulsado anoche y no iba a estar en la vuelta, que se definía en el monumental, lo bueno de eso era que enzo era el que más se perfilaba para entrar.
me quedo junto a otros periodista observando el entrenamiento de los jugadores y no puedo evitar en mirar o sacarle los ojos de encima.
—¿lourdes? —me distraigo un minuto para ver al coordinador de prensa, rodríguez—. ¿queres hacerle una entrevista a leonardo?
no hace falta decir porque es un sí grandísimo.
—claro.
—bueno, enseguida te llamo y vas, es para la página. —dice y asiento estando de acuerdo.
el hombre se va y yo sigo observando el entrenamiento, mientras que reviso mis mensajes, unos de mi mamá y me alegra un poco.
lo único bueno que había pasado ayer era que después del partido con ella fuimos a mirar por un departamento que solo quedaba a ocho cuadras del monumental lo que era perfecto para mi y suficiente para mi espacio.
así que era un hecho, esta tarde hacia la mudanza y empezaría a vivir sola, pero lo de enzo no me dejaba disfrutarlo del todo, no mentía, tenía pensando llamar a enzo y que este a veces conmigo cuando viviera sola pero eso, ahora, estaba complicado.
media hora más tarde, el entrenamiento terminaba y aproveche el momento viendo como exequiel caminaba saliendo con borré, en cambio enzo se había quedado charlando con marcelo, así que me acerque.
—¡exequiel! —lo llamo por detrás levantando mi voz.
el colombiano y él se dan vuelta, pero él que se frena es exequiel, quién le dice algo a borré y este sigue su camino, pero él viene caminando lo poco para estar frente a frente.
—yo sabía que algún día vos me ibas a buscar. —bromea con una media sonrisa y su ojo achinandose porque le daba el sol.
me rio a medias, pero por compromiso.
—seguí soñando. —me burlo, el se hace el dolido—. te quiero preguntar algo...
palacios asiente y se pone derecho para prestarme atención.
