CONECTADOS

Capítulo 13

La tristeza invadía mi hogar, no había un momento en que no recordaramos a papá. No sabía nada de Gino así que decidí desbloquearlo, le envié mensaje con la esperanza que respondiera pero él aún me tenía bloqueada era evidente que no quería saber de mi. Miro con nostalgia la cadena que me regalo aún la llevo puesta no pienso quitarmela.

Al llegar a casa luego del trabajo mi madre me entrega un paquete, sé que es de él por la dirección de envío.

Lo abro y allí están más medicinas para mi padre y los chocolates que tanto me gustan pero esta vez no hay nota, ni carta nada que me explique su ausencia.

-Hija... No le has dicho que tu padre ya no está con nosotros.

-No mamá, perdí comunicación con él mucho antes de que papá muriera.

-Que vamos hacer con las medicinas aun queda tratamiento guardado que tu padre no utilizó.

-Las publicaré y las donare a quien las necesite.

-Me parece muy buena idea.

Eso hice lo publique en las redes sociales y aparecieron dos personas necesitadas así que las compartí en partes iguales y se las regalé. Las personas estaban tan agradecerás como lo estuve yo.

Mi hermano se graduó con honores, contento y a la vez triste por no tener a mi padre presente de igual manera le dedicó su título en las palabras que dijo en el acto.

Nos hizo llorar a todas con sus palabras, fuimos a un lindo restaurante a celebrar el logro de mi hermano.

-Familia tengo algo que decirles.

Todos nos quedamos esperando lo que va a decir, pero creo que victoria ya lo sabe porque que su expresión cambia y no es de felicidad sino de tristeza.

-Mi jefe me ha propuesto irme a Italia a trabajar con una familia amigos de ellos que necesitan ayuda en su hacienda. Y como acabo de obtener mi titulo de contador allí puedo poner en práctica mis conocimientos y adquirir experiencia para luego buscar otro empleo.

Victoria se levanta de la mesa y se dirige hacia un pequeño mirador que tiene el restaurante.

-Disculpen - dice y se va detrás de victoria.

Mi madre, mi hermana y yo nos quedamos mirándonos asimilando la noticia. Pasaron unos minutos cuando Héctor y Victoria regresan a la mesa, ella tiene los ojos llorosos y es en ese momento que sin pensarlo las palabras salen de mi boca.

-Quiero ir contigo

-Hanna no puedes ir, el trabajo es solo para mi.

-Haré lo que sea, por favor hermano llévame.

-Hanna no tengo suficiente dinero.

-Eso no es problema venderé mis cosas y obtendré dinero para el pasaje y para llevarme.

-No sé Hanna, espero llevarme a Victoria a penas me estabilice y luego las mandaré a buscar a ustedes.

-Yo no me voy a ningún lado - dice mi madre.

-Yo tampoco - agrega Hellen.

-Es por el italiano verdad?

Me quedo callada.

-Si no te ha buscado es porque no está interesado en ti, olvídalo... Te estás haciendo daño aferrandote a él.

Bajo la mirada y en mis ojos se acumulan las lágrimas que no permito salir.

-Papá me dijo que buscara mi felicidad y eso haré. Él es mi felicidad y quiero saber que le pasó.

-Tú crees que lo vas a encontrar? Es como buscar una aguja en un pajar Hanna.