Capítulo 08

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No puedo creer él esta aquí así que tomo un taxi hasta el aeropuerto, pago al chófer y bajo quedándome de pie al frente de la entrada del aeropuerto mis piernas no responden por lo nerviosa que me encuentro así que respiro profundo y le ordeno a mis pies que se muevan y esta vez me hacen caso.

Busco la puerta de desembarque y hay pocas personas, las manos me sudan al fin voy a conocerlo, a tocarlo, a besarlo muero por hacerlo.

Miro el tablero de la llegada de los vuelos y no hay ninguno proveniente de Italia solo llegadas de vuelos de países cercanos como Brasil, Colombia y otros.

-Que extraño - digo.

Me estará jugando una broma porque si es así no me agrada que me halla hecho venir hasta aquí.

-Eres verdaderamente bella.

Escucho la voz detrás de mi y reconozco ese acento que me tiene loca desde que lo conocí. Me giro y allí está mis ojos no pueden creer lo que ven.

-Eres tú.

-Soy Io.

Lo abrazo por que necesito saber que es real y no un sueño. Cierro mis ojos y respiro su aroma, huele a un delicioso perfume, huele a hombre.

Se separa de mi para admirarme y acuna mi rostro en sus manos, abro los ojos y él sonrie entonces pasa lo que he deseado desde hace tiempo.

Pega sus labios a los míos, son suaves y carnosos así que paso mis manos por su cuello para acercarlo más a mi y profundizar el beso.

Tomo la iniciativa de introducir mi lengua en busca de la suya y cuando la encuentro no hago más que acariciarla y saborearla sabe a menta con un poco de café.

Me olvido donde estoy y quienes me rodean en este momento solo existimos él y yo.

El beso fue suave, dulce pero intenso cargado de deseos. Nos separamos para tomar un poco de aire y vernos las caras, su mirada solo refleja deseo e imagino que la mía también.

-Umnnn eso estuvo delicioso. Me encantó la bienvenida de haberlo sabido que iba hacer así hubiese venido desde hace tiempo.

Me sonrojo y él solo sonrie.

-Solo quería asegurarme que eres real y no un sueño.

-Claro que soy real, mira lo que provocaste con tu beso.

Me pega a él y puedo sentir su dureza a través de su pantalón

-Disculpa.

-Tranquila.

-Y ahora que hacemos?

-Quisiera hacer muchas cosas contigo pero lo primero es alquilar un auto para poder trasladarme, ni me gustan los taxis.

-Y luego?

-Te llevaré a comer y conversar o quieres hacer otra cosa?

-No... Esta bien.

Fuimos al consecionario de autos y alquilo un auto sencillo no era el que él quería pero era el que estaba disponible. Me preguntó donde podíamos ir a comer algo quería un sitio tranquilo no importaba si era costoso o no, así que lo lleve a un restaurante muy bonito que tiene vista al mar.

-Cuéntame de donde vienes y por qué no me dijiste que venías?

-Se supone que las sorpresas no se dicen por que dejaría de se sorpresa.

-Pero no vienes de Italia.

-No amore... Vengo de Brasil fui hasta allá por ayudar a un amigo en su negocio y como esta cerca de tu país por que no visitarte. Tenia tantas ganas de conocerte.

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