Malfoy y Lestrange

Secretos de familia

Secretos de familia

—Son 10 los elegidos —se escuchó desde dentro de la habitación donde Narcissa Malfoy mantenía una conversación con su esposo, mientras este se encontraba fuera de casa.

Lyra sonrió para sí misma, después de todo no se había equivocado. Cuando confirmó que su presencia no había sido descubierta, siguió con su plan y se colocó en una posición que facilitara su huida, si fuese necesario.

No paso mucho tiempo cuando la chica tuvo que acallar un grito de sorpresa al sentir una presencia junto a la suya, logrando que le lanzara una mirada asesina a su hermano cuando los ojos de ambos hicieron contacto visual.

—Deberías ser más silenciosa si sales de tu cuarto en medio de la noche—susurró el platinado con una sonrisa de superioridad.

—¿Podemos dejar los consejos para después?

—Mamá se volverá loca, si te ve espiándola.

—Esto vale la pena.

—¿Con quién habla?

—Con papá.

—Pensé que estaba ocupado por lo de la fuga de Azkaban.

Sin ocultar su emoción, la chica murmuró —Lo que es increíble ¿Acaso no tienes curiosidad de saber cómo lo harán?

—Te enterarás en unos días, cuando regrese nos contará todo.

—Así no es divertido. Puedes irte o quedarte como mi cómplice, tú decides.

—¿Me lo contarás mañana?

—Ni una palabra —al ver como el platinado se acomodaba para escuchar mejor, musitó — Si nos perdimos algo interesante, me deberás una grande.

Apoyados en la pared escucharon la voz de su padre —Le estás dando demasiada importancia.

—Tal vez tu no le das la suficiente. Yo no puedo pensar en otra cosa.

—Hablaremos cuando regrese a casa.

—En esta ocasión no llegarás solo. Con Bellatrix y Rodolphus aquí, todo será más complicado.

—Quiero ser yo quién le explique.

—Nosotros somos su familia.

—Eso no cambiará.

—Parece que no la conocieras, Lucius. No quiero perderla, no dejaré que me la quiten, es mi hija.

Draco y Lyra compartieron una mirada de confusión.

—En dos días regresaré a casa y solo entonces hablaremos con ella.

—Necesita procesarlo. No permitiré que la sigan lastimando.

—Lyra no es una Lestrange, es una Malfoy —dijo un enojado Lucius cortando la comunicación.

Sintiendo los fuertes latidos de su corazón, la chica se levantó rápidamente y sin lograr desviar su mirada hacia el platinado, entró a la habitación ocupada por Narcissa.

La mujer al ver la expresión en el rostro de la joven preguntó con voz neutra —¿Qué fue lo que escuchaste?

—Tal vez lo correcto sería decir nada, pero ambas sabríamos que sería una mentira —Lyra respiro profundamente, sacando fuerzas para decir—. ¿En qué otras cosas me has mentido, mamá?

La mujer se acercó lentamente a la joven y con una suave voz confesó —Créeme, mi niña, yo más que nadie hubiera deseado que nunca tengamos esta conversación. Lo más importante es que no olvides cuánto te amamos.