Malfoy y Lestrange

La serpiente

La serpiente

A pesar del soleado día que acontecía afuera, Lyra se encontraba en el taburete de su tocador, cepillando su cabello como si fuese lo más interesante del mundo.

Si se comparaba a su habitación con un Reino, sin duda ese mueble sería el historiador.

El tocador de madera pulida que en un inicio solo había sido decorado con adornos de cristal encantados para tener movimiento, con el paso del tiempo, se había llenado de accesorios de todo tipo y de fotografías sin ningún orden específico.

El llamado a su puerta no logró que la muchacha retirara sus ojos de la brillante envoltura que se había adherido a su decoración.

—Si eres mamá, estoy bien y no necesito nada; si eres Draco, no quiero verte y si eres Bellatrix, creo haberte dicho que no quería que te acercaras a mí.

Escuchó la puerta abrirse y contrajo el ceño, gesto que desapareció cuando vio que el visitante se trataba del mismo Lucius Malfoy.

El platinado caminó altivo y se colocó junto a ella —No mencionaste mi nombre, creo que soy bienvenido y aunque no lo fuera, esta es mi casa, así que puedo entrar de todos modos

La chica esbozó una ligera sonrisa —Hola papá.

—Hacía más de un año que no te veía, esperaba un mejor recibimiento, aunque por lo que escuché últimamente no estás en tu mejor humor.

—Así que ya te contaron.

—Siempre me preguntaba cómo sería cuando fueran adolescentes.

—¿Imaginabas una casa llena de paz?

—A decir verdad, presentía alguno que otro duelo, mientras no destruyeran algo invaluable no habría problemas.

—Al menos espero que apostaras por mí.

—Tal vez, aunque no debería tomar favoritismos.

—Que conste que me alegra que hayas vuelto.

—A mi igual, solo que no esperaba encontrar otra guerra en mi casa.

—¿El señor Tenebroso te dejó salir por lo que hizo Draco?

—Hubo otra fuga masiva.

—¿Eso significa que Rodolphus también está libre? —cuestionó con un gesto de disgusto.

—Él y su hermano.

—Nunca me dijo que tenía un hermano.

—¿Por eso la molestia?

—Sí, pero estoy más enojada conmigo, por haberme equivocado tanto respecto a él.

—Necesitaré una mejor explicación que esa.

—Resultó ser tan traicionero como Bellatrix. En verdad, no quiero hablar de eso.

—Pues tendrás que hacerlo.

—Él sabía que ella no me agradaba y le contó todo lo que hablamos, no se puede confiar en él.

—¿Estás segura?

—La misma Bellatrix se burló de mi por creer en su actuación.

—Yo no confiaría tanto en lo que sea que diga esa mujer.

—Siento que, para este punto, todo el mundo ha estado mintiendo y jugando conmigo.

—Tal vez tener esto de vuelta, mejore un poco tu humor —afirmó sacando una varita de su túnica.