Planes de guerra

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Planes de guerra

No faltaba mucho para la media noche.

Llegados a ese punto, estaba segura de que debía encontrar al Señor Tenebroso y si era verdad que estaba en la casa de los gritos, allí es donde iría.

No era que Lyra estuviera ansiosa por presentarse ante él, pero era un acto de simple lógica, todo quien no fuese en su búsqueda, sería considerado un traidor.

¿Qué pasaría si Potter perecía en la batalla que estaba por comenzar?

Tenía que estar lista para el peor escenario; por lo que dejaría en claro su lealtad y la de su hermano.

Y sí bien Theo la miró desconcertado cuando escuchó lo que haría, terminó acompañándola. No era que su situación fuera completamente distinta. A ese punto el padre del castaño también debería de haber llegado al pueblo mágico.

Repasaba mentalmente su plan una vez más, cuando la voz del castaño atrajo su atención —Si vamos por el camino principal, llegaremos más rápido.

La chica se colocó la capucha de la capa de tal manera que le cubriera prácticamente la cara —Tenemos que ocultarnos.

—Si no hacemos contacto visual, no creo que nos presten mucha atención.

—Lo digo por mis papás, ellos no deben verme, me mandarían a casa.

—Tal vez sea lo mejor.

—No me iré sin Draco.

—Mucha gente morirá esta noche.

—Y él no será un número más. Se lo debo a mi familia.

—¿Puedo hacer algo para convencerte?

Lyra negó.

—Entonces será el camino largo.

Salieron a las calles de Hogsmade para darse cuenta de que el lugar se estaba llenando de mortifagos, algunos enmascarados y otros mostrando su rostro.

Con cautela se dirigieron a la espalda del local.

Procuraron avanzar pegados a las casas, por las zonas de sombras, siempre que era posible, tratando de que no los vieran ni de parecer que intentaban no ser vistos.

Para Lyra, cada paso hacia que su cuerpo se tensara todavía más. Hasta el crujir de una rama, hacía que su corazón diera un salto.

Cada vez llegaba más gente al pueblo mágico.

Al divisar la casa de los gritos, vieron que ya no habría donde esconderse.

El último tramo seria en campo abierto.

Se tomaron sus últimos segundos ocultos para apreciar por donde ingresarían, pues según recordaban todas las puertas y ventanas de la construcción se encontraban tapeadas.

Una pequeña luz, mostraba como uno de los accesos había sido abierto con violencia.

—¿Estás lista?

—No, pero dudar no salvará a Draco.

— Podemos esperar si así lo deseas.

—Es hora.

El ingreso a la casa de los gritos fue tranquilo, las pocas personas que se cruzaron parecían estar impacientes por lo que se aproximaba.

Un olor desagradable los recibió, a simple vista las paredes estaban cubiertas por una gruesa capa de polvo.

Malfoy y LestrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora