Sin emociones

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Sin emociones

Lyra tuvo que taparse la boca para obligarse a tragar el líquido espeso.

—Yo nunca dije que tendría buen sabor.

—¡Pero sí que no sentiría nada! ¡Asco debería estar en esa lista!

—En algunas personas tarda un poco en actuar.

—O tal vez no la preparaste de la manera correcta—agregó el castaño —pudo ser peor, al menos sigues respirando.

—Yo no cometo errores.

La joven slytherin cerró los ojos con fuerza mientras sentía que una sensación diferente le recorría el cuerpo y la mente; era extraña, pero producía cierto alivio. Dio unos pasos para acostumbrarse y observó la estancia en búsqueda de algún objeto reflectante.

—¿Qué sientes? —preguntó el castaño.

Mientras se arreglaba el cabello, la joven, comentó —Nadie debería sospechar. Narcissa sabrá que algo ocurre si ve que no estoy a la altura de sus estándares —jugó con una de las ondas —No aprobará este estilo, pero es interesante pensar en que ya no me importa.

—Hubiera apostado —soltó el rubio con una sonrisa.

La chica se dio la vuelta para mirar a los hermanos —¿Cuánto tiempo durará esto?

—Tu dosis, un par de horas a lo mucho.

—Tiempo donde será tu responsabilidad, suerte intentando controlarla.

—La poción apaga mis emociones, no me vuelve una idiota. No necesito un niñero, eso le quita lo interesante.

—Es una lástima que eso no esté a discusión. Además, ese estado no es para tu diversión.

—¿Saben que sería una verdadera lástima? Que el efecto desaparezca antes de que me pongan la marca. Así que tal vez podríamos dejar de divagar e irnos.

El rubio ocultó una sonrisa —Es casi justicia poética que ella haya heredado tu mirada controladora.

—Quizás deberías callarte antes de que decida que no necesito un hermano. Es más, gracias a ti, Lyra, podría encargarse y no le importaría.

—Eso fue un golpe muy bajo.

—¿Debo recordarte quién le dio la poción? —cuestionó el castaño —Es mejor que nos vayamos, antes de que comiences a darme más motivos.

Lo siguiente que vieron sus ojos fueron los jardines de la Mansión Malfoy.

—¿Rodolphus, puedes explicarme porque no nos aparecimos adentro? — cuestionó la joven.

—Las cosas cambiaron, solo las personas con la marca tenebrosa pueden hacerlo. Así que gracias a ti, tendremos que esperar hasta que nos abran.

—¿Y quién tendría que abrirnos?

—Un miembro de la casa.

La chica se rio y abrió la entrada con facilidad —¿Enserio creías que iban a dejarme afuera?

—Punto para ella.

Después de un breve silencio, su progenitor comentó —Está de más decirte que debes actuar con normalidad.

—Define normal.

—Nada de trucos, Lyra.

—No creo que a mami Narcisa le guste que me den órdenes. Es una pena que aquí no puedan mandarme a mi cuarto.

Malfoy y LestrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora