Marcas

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Marcas

El salón donde se encontraban el Señor Tenebroso y un grupo reducido de seguidores estaba tenuemente iluminado por el fuego que ardía en la chimenea dándole una atmósfera más intimidante.

—La señorita Lestrange por fin se une a nosotros —anunció mientras la serpiente siseaba junto a él —Acércate, no seas tímida.

Lyra caminó a paso sereno ante la imponente mirada del hombre —Mi señor, he venido tal y como usted ordenó.

—Tu brazo.

En otra circunstancia la joven no hubiera podido sostenerle la mirada. Sin embargo, en esta ocasión observaba atenta como la punta de una varita conocida se colocaba sobre su piel. Esperó escuchar algún hechizo, pero en su lugar una figura que ya conocía comenzó a plasmarse en su piel, como si estuviera siendo grabada con fuego.

Solo se oía un siseo, hasta que ella afirmó —Espero ser digna del honor.

—No esperaba menos.

Lyra bajo la cabeza en señal de respeto y caminó hacia el platinado junto a la puerta —Creo que ya no tienes que preocuparte por mí, papá.

—¿Cómo te sientes?

—¿Cómo debería sentirme? —preguntó con una sonrisa.

Sin esperar respuesta, se dirigió a la posición de su progenitor.

—Lucius sospecha —murmuró el castaño.

—Preferirías que me ponga a llorar ¿Eso se vería más natural?

Rodolphus bufó ignorando la respuesta —Nos iremos pronto, puedes ir a tú habitación y tomar lo que necesites.

—¿Eso fue todo?

—Por ahora sí, ya te lo había dicho.

—Es algo decepcionante.

—Es mejor que nos vayamos antes de que hagas algo de lo que puedas arrepentirte.

La voz del señor Tenebroso inundó el lugar llamando a un grupo de mortifagos incluyendo a los hermanos Lestrange. Antes que el castaño pudiera avanzar ella le sujetó el brazo y susurró —Quiero que recuerdes que yo les advertí sobre el hecho de no dejarme en paz.

La joven aprovechó para salir del salón, se dirigió camino a la escalera cuando una risa atrajo su atención.

—Debo decir que estoy sorprendida.

—Debo decir que no es un placer verte.

Bellatrix le sujetó el rostro con fuerza, le examinó los ojos y comentó para sí misma —No pensé que usarían trucos, me sorprende que se arriesgaran tanto.

—No sé de qué hablas.

La sonrisa de la mujer se ensanchó —La actitud te queda. Siempre pensé que esa poción solo sacaba tu verdadero ser.

—Ya que hablamos con la verdad—dijo Lyra despegándose de las manos de la pelinegra — debo decirte que lo entiendo, me refiero a tu odio hacia mí.

—¿Lastimé tus sentimientos?

—Solo temes que te supere, no diré que me lo haces difícil —agregó con una sonrisa —Dime algo ¿crees que sin las maldiciones serías igual de poderosa?

La pelinegra la empujo hacia la pared —¿Quieres averiguarlo?

—¿Sabes? Estoy segura de que mami Narcissa y papi Lucius te matarían para protegerme. Me pregunto si papi Rodolphus haría lo mismo.

Malfoy y LestrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora