Malfoy y Lestrange

Como ella

Como ella

Los días pasaron rápido para la joven slytherin, quien había estado constantemente acompañada por su hermano y su madre. Esa mañana al ver la noticia del diario El Profeta donde anunciaban el escape de Azkaban, se vio motivada por el miedo de que alguien indeseado apareciera en su habitación y decidió salir a caminar un poco hacia al Callejón Diagon.

Con su mente en otro lugar, no tardó mucho en chocar con un transeúnte, la expresión de la chica se transformó al ver de quien se trataba.

—Disculpa —dijo el nervioso chico.

—Fue mi culpa. Eres Neville Longbottom, ¿no es así?

El castaño asintió, y con una sonrisa intentó seguir su camino.

—¡Espera!

El chico la miró nuevamente y nervioso preguntó —¿Eres la hermana de Draco Malfoy?

—Sí, mi nombre es Lyra, un placer. Perdón por chocar contigo, no sé dónde tengo la cabeza.

—No te ofendas, pero debido a tu hermano, no pensaba que los Malfoy supieran disculparse o ser amables.

—Te sorprenderíamos —tras una pausa, soltó— ¿Te molestaría si te hiciera una pregunta personal?

—No hay problema.

—¿Cómo están tus padres?

La mirada del chico se oscureció ligeramente—¿Por qué?

Con un tono inocente la chica afirmó —Vi la noticia en El Profeta y cuando te vi, no pude evitar preguntar. Lamento si la pregunta te ofendió de algún modo, no era mi intención.

—Me sorprendió es todo, las personas no suelen preguntar por ellos. Creo que están tan bien como se pueden estar en San Mungo.

—¿Los visitas seguido?

—Todas las veces que puedo. Estoy yendo a verlos.

—¿Sería raro si te pidiera acompañarte?

—No creo que haya problema —dijo el gryffindor sin entender el verdadero interés de la chica.

El camino fue silencioso a excepción de un par de comentarios. Al llegar a San Mungo, siguieron el mismo ritmo hasta entrar a la habitación de los Longbottom.

Al ingresar al ambiente, Lyra con un disimulado movimiento de varita logro botar unos frascos de pociones brillantes y en un falso tono de preocupación ordenó a Neville —Deberías buscar alguien que venga limpiarlo, puede ser peligroso, te diría que lo hagas tú, pero escuche que no eres brillante en pociones. No te preocupes por nada, yo esperaré a que vuelvas.

El chico salió rápidamente.

A pesar de encontrar al padre de su compañero dormido, Lyra no puedo evitar la sensación de culpa que tuvo al hacer contacto visual con la encanecida mujer, y notar miedo en los ojos de Alice Longbottom.

—Al parecer usted descubrió lo que nadie en 14 años, no se preocupe yo no soy como ellos, al menos eso quiero creer.

La mirada de la mujer seguía posicionada en ella.

Sin poder contener algunas lágrimas la chica afirmó —Perdón por lo que les hicieron, en verdad lo siento. Estos días leí mucho sobre usted y su vida como auror, nadie merece lo que les pasó.

Al sentir la puerta abrirse, la chica se limpió el rostro rápidamente.

El confundido gryffindor se acercó a ella y preguntó —¿Estás bien?