Malfoy y Lestrange

Tras los muros

Tras los muros

Al soltar la mano que sujetaba la suya, Lyra se concentró en la ruta que había memorizado durante semanas y sin dudarlo avanzó rápidamente a su destino.

Al llegar a la entrada de la celda, se quitó la capucha que mantenía oculto su rostro y colocó su mano sobre el frio metal. Al ver a la persona en su interior apoyada en unos de los muros, no pudo evitar soltar un triste —Hola papá.

Lucius Malfoy se sobresaltó al ver a la recién llegada y aún sorprendido, reprochó —¿Qué haces aquí?

—Yo estaba preocupada, tenía que verte, mamá me prohibió ir al juicio.

El platinado con un duro gesto, gruñó —¡Esto no es un parque de juegos! ¡Es Azkaban! ¡¿Cómo demonios pudiste entrar?!

La joven, bajo la mirada y confesó —Vine con Theo, él tenía un plan para ver a su padre y yo lo convencí para que me dejara venir con él.

—¡Cruzaste cualquier límite! ¡Vete antes de que un dementor sienta que estás aquí!

—Tenemos eso cubierto. Solo necesitaba saber si estabas bien, escuché que después de lo que pasó en el Departamento de Misterios terminaste muy herido, tenía que verte de algún modo. Por favor no le digas a mamá y a Draco que me viste aquí.

El hombre miro los ojos vidriosos de su hija, entendió que algo no estaba bien por lo que no pudo evitar preguntar —¿Qué ha pasado en mi ausencia?

La chica se mordisqueo con nerviosismo los labios —A petición del Señor Tenebroso, habrá una reunión en la casa y se ha solicitado la presencia de toda nuestra familia —Lyra hizo una breve pausa y admitió —Tengo miedo.

—No tienes porque —mintió el platinado.

—Tú y Rodolphus me prometieron evitar que fuera iniciada, pero ahora ambos están encerrados aquí, donde no pueden hacer nada. No puedo evitar estar asustada y no sólo por mí, también por Draco, lo conozco no será capaz de admitirlo, pero estoy segura de que él tampoco quiere nada de esto.

—Pase lo que pase, su madre hallará el modo de protegerlos y yo no me quedaré mucho tiempo encerrado.

—Lo sé, pero todo esto sumado a tener a Bellatrix en la casa, es demasiado para mí. Se que no debí venir, pero tenía que verte, necesitaba sentir que aún quedaba algo normal en mi vida y que al menos podía hablar contigo.

Lucius intentó limpiar las lágrimas que se habían escapado de los ojos de su hija —Yo te crie Lyra, sé perfectamente que eres mucho más fuerte que todo esto, recuerda que eres una Malfoy.

La chica asintió y tras secar rápidamente sus lágrimas sacó varios frascos de su bolso entregándoselas a su padre —Te traje esto, no sabía que tan lastimado estabas. Son algunas pociones básicas, te ayudarán a recuperarte.

—No tenías que traerlas, pero gracias.

—Espero que te ayuden.

Lucius vio como la joven apretaba nerviosamente un sobre en su mano —¿Qué llevas ahí?

—No es nada, lo traje por si podía ver a Rodolphus, pero ya no hay tiempo. Theo me repitió mil veces que no podíamos demorarnos y prefiero quedarme aquí contigo.

—Ya viste que estoy bien, me entregaste las pociones y te ayudé a calmarte, ahora ve con él.

—Le prometí a Theo que nos veríamos aquí.

—Considera que enseñarle a Nott un par de lecciones sobre los lugares donde no debe llevarte me ayudará más que las pociones. No pierdas tiempo.