Malfoy y Lestrange

Pidiendo perdon

Pidiendo perdón

Ya había corroborado cual era la ubicación de Theo y, según la información recibida solo se encontraba en compañía de Blaise. Sorpresivamente había sido efectivo ser amable con Lunática Lovegood y elogiar su extraño tabloide.

Tras agradecer mentalmente que el compartimiento mantuviese las cortinas cerradas, Lyra tomó un profundo respiro para calmarse, y tocó la puerta.

El moreno abrió haciendo un gesto de negación con la cabeza, sugiriéndole a su manera que era mejor que se retirara.

—Hola Blaise.

—Hoy no, Lyra.

—Necesito hablar con él, es importante, no me iré sin hacerlo.

—No tengo nada que hablar contigo —soltó Theo desde el interior sin quitar la vista de su lectura.

Blaise rodó los ojos y regresó a sentarse —El sentido de eso se pierde, si le respondes.

—Si no quieres hablar, está bien, solo escúchame.

—Tampoco me interesa.

La muchacha tragó en seco y se dirigió al moreno —¿Puedes dejarnos solos, por favor?

Blaise examinó el ambiente y después de analizar el rostro de la muchacha, suspiró cansado levantándose de su asiento.

Theo lo miró furioso —¿Me estas jodiendo? Te has burlado de mi toda mi vida por escucharla y ahora te vas cuando solo te pedí una cosa.

Con una expresión serena como si no lo hubiera escuchado, el slytherin afirmó —Creo que Draco me está llamando, debería ir a ver qué es lo que quiere, ya sabemos lo molesto que puede ser.

El chico se retiró cerrando la puerta tras él.

Lyra le extendió la caja que contenía el pastel de caldero —Traje esto para ti, sé que no es lo que solemos compartir, pero fue lo más parecido que pude encontrar en el carrito.

—No me interesa lo que tengas que decir.

—Por favor, Theo.

—¿Quieres hablar? Tendrás que hacerlo sola, porque no voy a escucharte —el castaño cerró su libro de golpe para levantarse —. Felicidades, al fin lograste que me alejara de ti.

Cuando el chico tocó la manija para abrir el compartimento, Lyra lo abrazó por la espalda —Me dijiste una vez que no era un monstruo, no me hagas sentirme como el peor de ellos.

El slytherin se tensó —No uses mis palabras contra mí.

La muchacha lo soltó para ubicarse frente a él —¿Acaso me crees un monstruo? Yo no me atrevería a lastimarte.

—Ya lo hiciste. La última vez que nos vimos colocaste tu varita en mi cuello y no tenías ningún problema en atacarme ¿Qué quieres que piense? ¿Como crees que me siento?

—En la mansión Malfoy, era yo, pero no era la persona que conoces, no era quien está frente a ti ahora. Yo no sería capaz de eso.

—¿Y la vez que me amenazaste?

—Estaba enojada y mentí para lastimarte.

—Pues se sintió real. Tienes una manera muy extraña de demostrar que alguien te importa — suspiró cansado —Ya no quiero tener que discutir esto. Hazte a un lado, no me hagas hacer algo por lo que me odiaré después.

—No lo hagas por ti o por mí, hazlo por esos niños que un día compartieron un pastelillo y se volvieron amigos.

—¿Así que estás jugando todas tus cartas?