calle la poeta

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~narra poche~

Odio estar sin calle, pero no sé si es la vida o que pepinos pero no la he visto en todo el día, odio levantarme y no recibir el beso de la persona que amo.

Al levantarme no la encontré y la busqué por toda la casa, crei que había ido a comprar algo y decidí esperarla. 1, 2, 3 horas y nada que aparecía, me empecé a procupar y llamé a todos los contactos que tenia pero nadie me respondió, le deje muchos mensajes y llamadas pérdidas a calle y a todos, pensé en ir a buscarla pero depronto regresa y si no me encuentra se va preocupar.

Suspire por octava vez, me frustra no saber nada, no poder hacer nada, ya casi se hace de noche y nadie me contestaba ni los mensajes ni las llamadas.

-¡¡AAAAAAAAAHHH DANIELA CALLE, ¡¿DÓNDE TE Metiste? !-Tenía que hacerlo, tenía que gritar o si no mi cabeza explotaría de pensar tantas cosas y formar conclusiones tontas.

Después de desahogarme caí tendida en el sofá donde Ramón fue a lamerme la cara, oí como tocaron la puerta de mi apartamento, me levanté rápidamente creyendo que era calle. Me levanté tan deprisa que que Ramón me quedó mirando con curiosidad sentado en el sillón.

Al abrir la puerta había un globo negro sin inflar tirado en el piso y una nota rosada con dibujitos de mini en el fondo pegada a el la cual decía inflame, tomé aire e inflé en globo, en la mitad de éste estaba escrito con letras blancas ya sabes donde encontrarme, solo debes de buscarme, si no sabes quien soy en el armario estoy, miré a todos los lados para ver quien dejó esto en mi puerta pero no había ni un alma.

Entré y cerré la puerta, fui corriendo al armario. La curiosidad se apoderaba de mi, y al abrirlo estaba un lindo vestido negro pegado del torso hasta la cintura y después iba suelto, tenía un cinturón que venía pegado al vestido del mismo color de éste con un moño atrás, se veía sexy pero tierno a la vez, en él había otra nota ya lograste encontrarme y no debes demorarte, en tu cuerpo debo hallarme antes del día acabarse, no entendía nada, pero sentía la adrenalina correr por mis venas y no es que sea un amante del misterio pero éste sin duda me empezaba a gustar.

Me fui a bañar y al salir después de sacarme el cuerpo y colocarme un sexy encaje negro, me coloqué el hermoso vestido que se adhería perfectamente a mi como si estuviera hecho a mi medida, fui hacia el tocador y al percatarme había otra nota, no tienes de que preocuparte muy pronto vas a encontrarme solo tienes que retocarte ya que hermosa eres por todas partes, miré el tocador y empece a "retocarme" No me apliqué tantas cosas solo me maquille los ojos, los pómulos y me apliqué labial que tenía un rico sabor a fresa,
quiero que cuando calle me bese sienta el sabor a fresa en mis labios y si, ya se que todo esto es obra de mi amor, decidí dejarme el cabello suelto después de alisarlo.

Ví que Ramón estaba buscando algo desesperado debajo de la cama así que fui ayudarlo.

—¿Qué pasa? mi amor ¿qué buscas?— me arrodillé para poder inclinarme y mirar bajo la cama.

Al ver una caja rosa bebé que desconocía de su existencia, la saqué y la revisé bien, la caja estába amarrada por un moño color crema. Desaté el moño y abrí la Caja, dentro había un papel dorado que cubría el objeto detrás de este, lo retire todo y pude observar unos lindos tacones negros no tan altos ni tan bajitos, perfectos, tenían un decorado muy bonito al frente. Al medirmelos me quedaban muy bien, me enamore completamente de ellos, cuando termine de colocarme los tacones dentro de la Caja había otra nota Ya me encontraste ahora debes de apurate afuera esta tu padre con un regalo para darte y besitos de mi parte.

Me apuré en salir y en efecto, afuera estaba mi padre, tenía un lindo smoking puesto y un sombrero, que hermoso se veia, me entregó otra nota que decía que no te coma la curiosidad o si no el juego acabará ten paciencia que al llegar todo te gustara. Al mirar a mi padre dirigió los dedos a su boca, hizo un cierre imaginario y botó la llave, se dispuso abrirme la puerta trasera del carro y al estar dentro me vendó los ojos y aún sin decir una sola palabra emprendió el viaje a un lugar que hasta el momento desconocia.

Cuando porfin de como 1 hora llegamos, me ayudó a bajarme del auto y yo con torpeza logre salir aunque casi choco con el pavimento, mi papá me sostuvo de la cintura impidiendo que chocara. No acostumbraba a usar tacones así que se me hacia un poquito difícil caminar, mi papá me quitó la venda, me dio una mirada cariñosa y me dio un beso en la frente y así sin más se fue. Mire al frente y estába en el bosque, había un lindo recorrido de pétalos de Rosas iluminados por pequeñas lámparas con forma de Corazones al lado de ellos. Al lado mío había un buzón donde habían pintado en este abreme, obedeci y dentro había otra nota sigue el camino para descubrir tu destino, que no te aullente el ruido latente de mi corazón ardiente por tenerte y nunca perderte.

Seguí todo el recorrido mientra que de los árboles colgaban fotos de calle y mias, que romántico es todo esto, por un momento me asuste por creer olvidar nuestro aniversario pero al verificar bien las cuentas, hoy no era.

Cuando el camino acabó había una grande casa Blanca, en el jardín que había al frente tenía unas muy lindas flores rosas, la casa iba iluminada por completo, tenía un grande ventanal en el segundo piso que dejaba ver lo que parecía una habitación y el tercer piso una terraza que se podía observar la noche con esas hermosas estrellas que la acompañaba, me había fijado tanto en la casa que no me di cuenta que casi al frente mío estaba calle con un hermoso vestido blanco pegado a su cuerpo, estaba perfectamente maquillada y traía una gran sonrisa en su rostro.

—Hola mi amor ¿quieres conocer nuestra casa por este fin de semana? — me preguntó con esa voz tierna que tanto amaba, al estar ya en sus brazos sintiendo ese peculiar perfume que me volvía loca dije

—Sí quiero...

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Gracias por leer ♥️

MIL VECES TÚ ©(caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora