—¡Calle! Ten cuidado, sabes que aún se le dificulta caminar— gritó la mujer desde el porche de la casa hacia su esposa e hija.
—Mirala, ya es toda una adulta, ¡sabe caminar! — poché rió por el comentario de su esposa, podría llegar a ser muy sorpresiva con cosas como éstas.
Calle se dirigió hacia dentro de la casa huyendo de poché cuando la pequeña bebé se cayó en un charco de lodo.
—Lo siento, lo siento— poché corrió con la bebé en brazos haciendo el intento que calle la tomara y así terminar llena de lodo junto con su hija.
—¡Llegó por quien lloraban!— entró valen con los brazos abiertos esperando las manitas arriba de su pequeña sobrina, pero lo que recibió fue un choque con calle haciendo que todas dos golpearan su retaguardia.
—Auch— dijo poché desde un rincón.
—¡No creo que me parezca a el señor Barriga, calle! —se levantó y tomó en brazos a la bebé que llena de alegría pedía que la cargara —mira como te han dejado, no puedo dejarte con estas locas —valentina subió las escaleras para bañar a la bebé mientras las demás reían.
—¿Pasó por acá un terremoto?
—¡Papá!— poché corrió hacia él y llenó de besos su mejilla.
—ya sé que extrañaste a este viejo —sonrió de alegría y después de saludar a calle miró hacia todos los lados —¿dónde está mi nieta? —poché le tiró una mirada a su esposa la cual sonrió al instante.
—Poché dejó que nuestra hija jugará en lodo y ahora valen la está bañando— poché abrió la boca en forma de sorpresa ante la mentira de calle.
—tenemos que apresurarnos, el avión nos dejará— él agarró las maletas de las dos mujeres presentes y las metió el carro.
—Vamos, amor, valen nos alcanzará— al decir esto la antes nombrada bajó con la bebé en brazos ya lista y vestida.
—Esta hermosura tenía que conocer el mar luciendo hermosa igual que la tía.
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—Cállate que estoy grabando— dijo la menor de las hermanas.
—vamos pequeña, dilo de nuevo— incitó Poché a su hija.
—A- E- I- O- U— todos los presentes sonrieron felices por el gran logro de la pequeña y no faltaron los aplausos.
—Pero que grande estás, si ya eres toda una adulta— calle agarró a su hija entre sus brazos y la llenó de besos dejando su labial marcado en toda su carita.
—Mami, mira lo que ha hecho mamá con mi cara— hizo un puchero tan adorable que valentina no dudo en llegar al rescate.
—Ya verás como te quito todos los germenes de tu mamá— calle abrió la boca ingnada.
—¡Amor dile algo!— pero esta solo podía tenerse el estómago de la risa lo cual hizo que las demás se contagiaran.
—bueno, bueno, a partir el pastel para la princesa de la casa— el señor Garzón llegó con un pastel de las princesas y lo colocó en el medio de la mesa.
—Ya era hora, sentía que se estaba haciendo un hueco en el estómago— Sebastián habló haciendo que todos los presentes rieran.
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Un pequeño regalito ♥️ espero que les guste.
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MIL VECES TÚ ©(caché)
Literatura FemininaMe sentía realmente mal jamás, le había mentido a Poché de esa forma. Gotas de sudor caían por mi frente, sentía mi corazón ir a mil y la culpa recorrer todo de mi, correr casi 4 cuadras de alguna u otra forma me ayudaba en algo, tal vez que creía q...