~narra calle~
Cuando separe mis labios de Poche la quede mirando a los ojos.
—lo he Estado pensando mi querida calle—colocó entre sus dedos las esposas que estaban al lado suyo y las meneo de lado a lado—me has torturado mucho y tú—tocó mi nariz con la punta de su dedo—no has disfrutado nada—término de hablar.
—es porque... —
—No—me interrumpió poché—no hay nada que justifique que tu estés casi intacta—al regañarme colocó un gesto muy pero muy tierno.
—aww cosita tierna—dije con mi voz de niñita y le aprete el cache lo que hizo que frunciera el seño.
—¿tierna?—me pregunto con un una risita traviesa, oh oh, los bellos de mi espalda se erizaron a tal punto que sentí una corriente recorrer mi espina dorsal—te enseñare quien es la tierna— empujó mi pecho para que me acostara y colocó mis manos arriba de mi cabeza, quede mirando su expresión de superioridad, aún no entendia el porque de ese gesto, no hasta que intente separar mis manos, fue ahí que me di cuenta que tenía las esposas puestas.
—niñita traviesa—susurre con una risa en mis labios, desde mi punto de vista poché se veía extremadamente sexy, estaba desnuda sentada en mi regazo, sus perfectos y firmes senos los estaba cubriendo las manos las cuales tenía en mi vientre y podía sentir su centro sobre mi calzón de bikini.
—ahora serás tú la que me tenga que obedecer—dijo mientras movía su pelvis encima mío torturandome sin poder casi moverme—mis reglas son simples cariño, solo no puedes tocarme en ningún momento hasta que yo lo diga—abri mis ojos de par en par, ¿como iba a lograr yo eso?—quiero saber si puedes aguantar—levanto una ceja aún con la sonrisa en la cara—¿o no puedes mi amor?—¿acaso retó a Daniela calle?
—claro que puedo—sone muy convencida de mi misma para hacerle creer eso a Poche pero la verdad no sabía si podía soportar sin tocar su escultural cuerpo, sin pasar mis manos por esas curvas o arañar su suave espalda a causa de la excitación que me daba sin tan siquiera ella saberlo.
—¿entonces juegas conmigo?—la pupila de sus ojos se había vuelto más oscura
—juego contigo mi amor—poché se acostó en mi pecho y empezó a besar mis labios con tanta paciencia que me hacía desesperar, sus manos recorrieron la silueta de mi cuerpo hasta llegar a mis mejillas y tocarlas suavemente.
—entonces ahora te haré el amor toda la noche haciendo de esta noche una inolvidable—susurro sobre mis labios y después me volvió a besar, volvió a sentarse y fue bajando hasta quedar en mi centro, estaba ansiosa porque empezará.
—recuerda mi amor, no me puedes tocar—sus manos agarraron mi calzón de bikini y lo deslizó muy despacio por mis piernas hasta llegar a mis pies y por fin sacarlo completamente, con la yema de sus dedos fue recorriendo desde mis pies hasta mis piernas y por último mi centro, me torturaba con el tiempo y la suavidad que utilizaba al hacer todo.
—¡hazlo ya!—pedí a gritos ante la lentitud que estaba ejerciendo poché sobre mi cuerpo.
—jajaja, no mi amor, tendrás que aguantar un poco mas—dijo entre risas.
Recorrió con sus dedos mis labios haciendome estremecer, los delinio completamente de arriba abajo pasandolos muy despacio, llegó a mi clítoris y lo empezó por fin a masajear dando leves espasmos en mi interior, sin tocarme casi por completo ya estaba a sus pies, ya me tenía solamente para ella, con sus suaves y delicadas caricias que me proporcionaba me tenía temblando.
—hmm—gemi al sentir la punta de un dedo de Poche en mi Interior.
—¿quieres más? Dime si quieres más—susurro en mi cuello.
—si, si, si quiero más, Metelo más por favor—pedía a gritos, era la peor tortura.
Su dedo lo fue deslizando en mi interior y lo movía en forma circular, y así sin más metió otro dedo haciendome sobre saltar de la sorpresa, los metía y sacaba repitiendo la secuencia por un rato, se agachó hasta la altura de mi centro y empezó a chupar mi clítoris, lo Lamia y en algunas ocasiones lo mordía suavemente haciendo que arqueara mi espalda por la excitación, una de sus manos fue hasta uno de mis senos y lo masajeo, después fue a mi pezón y empezó a estimularlo, gritaba de placer ante las maravillas de mi mujer.
—me vengo! Me vengo! —dije entre gemidos, poché aceleró el movimiento de sus dedos y por un momento estuve tentada a tocar su suave piel. Cuando sentí comprimir mi estómago y mi centro palpitar ya sabía que se venía el orgasmo deseado. Cuando por fin llegó caí rendida en el piso y poché se colocó a mi lado.
—te amo Daniela calle—dijo cuando se reposo en mi pecho.
—yo te amo más frutita..
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Holas! Volví por fiiin, perdónenme por la demora, después de milenios subí capítulo, pero es que el problema era que no me llegaba la inspiración
Los quiero 😘
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MIL VECES TÚ ©(caché)
Chick-LitMe sentía realmente mal jamás, le había mentido a Poché de esa forma. Gotas de sudor caían por mi frente, sentía mi corazón ir a mil y la culpa recorrer todo de mi, correr casi 4 cuadras de alguna u otra forma me ayudaba en algo, tal vez que creía q...