~narra poché~
Al momento que me habían contado lo sucedido con calle me dió un ataque de panico.
La máquina que llevaba mis latidos se volvió loca y quise pararme para buscarla o tal vez para corroborar que todo era una broma.
Las enfermeras entraron de inmediato al notar mi ritmo cardíaco e inyectaron algo en mi brazo para dormirme.
Desperté en la misma habitación, pero a diferencia de cuando me durmieron, ahora estaba de noche. Me sentía como liviana, como si nada me importara. Muy en el fondo quería gritar y salír corriendo para buscar a mi amor, pero algo me lo impedía.
—¿se encuentra mejor? —habló el doctor entrando a la habitación.
—me siento un poco rara —mis párpados se empezaban a cerrar nuevamente y ahora todo se movía.
—es por la droga, no se preocupe señorita Garzón, todo estará bien —escuché a lo lejos y después volví y me quedé dormida.Un fuerte estruendo me despertó y al abrir los ojos me topé con el rayo de luz proveniente de la ventana, voltee y ví un hombre parado al lado de mi buró.
—¿quién eres? — su cara estaba cubierta por un pasamontañas lo cual no me dejaba ver su cara.
—no interesa, lo único que debes saber es que tu querida novia está viva. Tu tarea es verificar que el dinero llegue el día, la hora y el lugar exacto. Te llegará un correo, no te preocupes —y sin más salió de la habitación. Su voz fuerte retumbaba en mi cabeza como unas puntadas fuertes.
Quedé perpleja, ahora sabía que calle estaba secuestrada y tenía que hacer algo al respecto.
Intenté seguir aquél hombre, me paré de la camilla llevando conmigo el atril hospitalario y me dirigí hacia la salida, me dificultaba caminar y el dolor en mi costilla cada vez se hacía más fuerte. Antes de poder llegar dos enfermeros me sostuvieron por las manos y me llevaron lentamente de vuelta a mi habitación. Intenté forcejear contra la fuerza de aquellos hombres, lo cual me resultaba muy doloroso, pero mis intentos eran en vano. Dejé caer mi cuerpo contra ellos ya rindiendome y dejar arrastrar mis pies, pero al hacerlo una fuerte punzada inundó mi costilla.
Me dejaron con cuidado sobre la camilla e inmediatamente me aplicaron morfina para el dolor que sentía.
El doctor entró rápidamente por la puerta al escuchar su nombre por los micrófonos. Revisó mis latidos y algunas cosas más mientras yo me retorcia de dolor, era algo inexplicable, pero podría relacionarlo con lo que le pasó a bella en Crepúsculo.
—las cosas se complicaron, tendremos que operar —escuché en medio de mi dolor.
Dos enfermeras arrastraron otra camilla y me alzaron hasta ella.
—vamos al quirófano— ordenó—arreglen el papeleo para que los papás firmen, no tenemos tiempo para que ella lo haga— el doctor ayudó arrastrar la camilla hasta el quirófano, solo podía ver las luces pasar y las personas decir cosas indescifrables.
Al llegar el doctor y las enfermeras se colocaron una bata de otro volor, guantes y muchos otros implementos.
—ahora vas a contar hasta 10 mientras piensas en algo bonito. Te prometo que todo saldrá bien —colocó una máscara de anestesia sobre mi cara y en poco tiempo me quedé dormida.
Muchas personas dicen que mientras estás en la anestesia no sueñas nada o tal vez sí pero que no se puede recordar. Yo sí pude recordar:
Podía percibir el aroma que emanaba la piel de calle, su sonrisa y sus chistes malos. Rocé con la palma de mi mano su suave mejilla.
—¿por qué siento que es un sueño? —le pregunté
—a veces la realidad se nos hace tan obstinada que sentimos que no es lo que merecemos— la suave brisa golpeó su cabello lo cual se me hizo muy tierno.
—¿te merezco? — pregunté con temor a su respuesta.
—me mereces— respondió con serenidad.
—¿juras sostener mi mano pase lo que pase? ¿No importando el tiempo ni la distancia? — antes de responderme agarró entre sus dedos un pequeño girasol que se hallaba cerca de nosotras.
—juro hacer hasta lo imposible para estar a tu lado, sin importar que — sus ojos me decían todo y nada a la vez, me encantaba este sentimiento de tenerlo todo con ella.
—te amo— me acerqué a ella y la abracé. Sentí el mundo en ella, sentí el aire, el amor... La vida. Ella lo es todo.
—ahora prometeme tú que me buscarás pase lo pase— la miré extrañada.
—¿ah? — la realidad me golpeaba y yo no me daba cuenta.
—no tenemos mucho tiempo, tienes que buscar donde menos lo creas, sospecha de las personas que tú nunca sospecharias y encontrarás la respuesta. Te amo con todo mi corazón y te extraño. Yo estoy bien y tú también lo estarás — su mirada se fijó en la mía y por primera vez no reconocí esa mirada.
—¿de qué hablas, amor? — tomé su muñeca para deterla ya que se paró de la Sabana tendida en el pasto.
—no tenemos mucho tiempo— y sin más, se fue.
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MIL VECES TÚ ©(caché)
ChickLitMe sentía realmente mal jamás, le había mentido a Poché de esa forma. Gotas de sudor caían por mi frente, sentía mi corazón ir a mil y la culpa recorrer todo de mi, correr casi 4 cuadras de alguna u otra forma me ayudaba en algo, tal vez que creía q...