encerrada

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Maratón 7/7

~narra calle~

Había pasado toda una semana en este oscuro cuarto, los malditos que me secuestraron decidieron que estaba sana para soportar todo lo que me harían.

El primer día desperté en una camilla, los medicamentos me mantenían dormida así que no pude hacer mucho. Pero ese día estoy segura de haber escuchado la voz de una mujer, una voz que conocía pero que aún no recordaba bien de quien era.

El segundo día fue un poco más diferente, tres hombres entraron a la habitación, dos sujetaron mis brazos y pies mientras que el otro examinaba mis heridas y demás.

“estás muy buena"  Dijo uno mientras miraba con morosidad mi cuerpo, el cuál estaba cubierto por la bata del Hospital, “sí, está buenísima. Si tuviéramos la autorización ya no tendría esa pequeña bata"  Repugnancia fue lo que recorrió mi cuerpo, les hubiera gritado mil groserías si mi boca no estuviera tapada.

El tercer día fue lo mismo. En el cuarto día decidieron que ya estába bien, que tal vez algunos moretones no me harían mal...

Ahora estoy aquí en un rincón de la habitación, con moretones en casi todo mi cuerpo. He Tratado de resistir lo más que puedo por mi familia y por poché. Cada golpe, cada patada, cada empujón lo resisto por ellos.

“no sé para qué la mantenemos con vida, de todas formas morirá"  Dijo uno de ellos para después echarse a reír. También los escuché que pedirán una suma importante de dinero a mi papá.

Estoy cansada de todo esto, de poner a mi familia en riesgo, de tener que estar lejos de poché, de las cartas, las llamadas, a veces hasta de mí misma estoy cansada.

Recosté mi cabeza en la pared y cerré por un momento mis ojos, recordando a poché, a sus lindos besitos cuando estába enferma o sus ocurrencias que no me resistía a grabar. La extraño como sé que Julieta extrañó a Romeo, quisiera saber de ella, quisiera saber que está viva, que en realidad no le pasa nada tan grabe como para preocuparse.

Si todo lo que estoy pasando es para que no le hagan nada a mi amor, entonces que me dejen aquí, que me torturen o me maten, si ella está bien, entonces yo lo estoy, sé que tal vez no me olvide, pero podrá encontrar a alguien que la ame no con la misma intensidad que yo, pero algo parecido, que tenga su familia y pueda ser feliz aunque no sea conmigo.

Intenté levantarme a comer lo que uno de ellos tiró en mis pies hace algunos días, para tener fuerzas, pero mis intentos fueron en vano, me duele mucho las costillas y aún me mareo muy seguido por el golpe del accidente.

He aprendido los horarios en que salen, sé como escaparme pero en cada intento he fallado, la cerradura es muy fuerte y la verdad no es que tenga tantas cosas como para abrirla, no tengo un plan, alguna ventana o ventilación que me puedan facilitar las cosas. La habitación es totalmente oscura y cerrada, mi única salida es la puerta de acero inoxidable que se abre con una tarjeta especial. Tengo que admitir que pensaron en todo... O en casi todo, se que puedo salir de este infierno, haré hasta lo imposible aunque sea lo último que haga.

Los dos hombres que usualmente veía entraron a la oscura habitación. Uno de ellos me tomó por el cabello y me arrastró hasta el centro de la habitación donde la lámpara daba toda su luz, sentí como si mi cuero cabelludo se fuera a salir de su sitio por la fuerza que ejercía el maldito, intenté patalear y gritar pero el otro hombre colocó una cinta adhesiva a mi boca y amarró mis pies con una cuerda que lastima mis tobillos. Voltee mi cara por la cachetada que recibí,unn terrible ardor se  centró en mi mejilla izquierda y después en la derecha.

—¡te dije que no emitieras algún sonido! — gritó el hombre que anteriormente me había dado dos cachetadas como modo de castigo.
Recibí una patada en mi abdomen,   lo que me dejó sin aire. Ya mi visión se borraba y sentía un pitido en mis oídos. Me ardía la cara, me dolía el abdomen con intensidad y se negó dificultaba respirar. Un puño fue hacia mi cara lo que hizo que la sangre brotara de mi nariz, quería gritar por todo el dolor que sentía.

Y volviéndose el juicio final agarró mi cabeza con sus dos manos y después me tiró contra el piso dejándome inconciente.

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Quiero aclarar que este capítulo no me gustó del todo, así que posiblemente lo cambie.

Pdt: se me había olvidado que no había subido el último

MIL VECES TÚ ©(caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora